El belga Wout van Aert ganó en la montañosa cuarta etapa del Tour de Francia y amplió su ventaja en el tope de la clasificación general, al completar un exitoso ataque en el último ascenso el martes 5 de julio.
El corredor del equipo Jumbo–Visma de 27 años retuvo la casaca amarilla como líder general, en su poder desde el sábado 2. También se consolidó con la camiseta verde al mejor velocista de la ronda gala.
Van Aert se despegó del pelotón en el último de los cinco ascensos, una subida de 900 metros al Cote du Cap Blanc-Nez con una gradiente o un cálculo de 7.5 %, a unos 10 kilómetros (6 millas) de la meta.
Explicó que adelantar el ataque era la mejor estrategia para evitar un embalaje masivo en la llegada. “No quise tomar el riesgo de perder otra vez. Era bastante obvio que el equipo buscó probar otra táctica», aclaró. “Pisé el acelerador a fondo para ver qué podía pasar. Y funcionó”.
Van Aert es considerado uno de los ciclistas más completos del mundo. Cuenta con tres títulos mundiales de ciclocross y es un especialista en las clásicas de un día.
Al cruzar la meta y sentado en su bicicleta, el corredor de Jumbo-Visma movió los brazos como si fuera un pájaro. Aventajó por ocho segundos a su compatriota Jasper Philipsen del equipo Alpecin–Fenix. Christophe Laporte, su compañero de Jumbo-Visma, completó el podio del día.
“Esta camiseta me da alas. Fue un durísimo ascenso, una etapa que pintaba para un final masivo”, indicó Van Aert. “Fue difícil llegar en soledad, pero gracias al trabajo de mis compañeros, lo logré. Me tocó dar el golpe definitivo”.
Van Aert recibió una bonificación de 10 segundos y ahora mantiene un margen de 25 segundos sobre el belga Yves Lampaert en la clasificación general, y de 32 segundos sobre el bicampeón defensor Tadej Pogacar.
AP
Wout Van Aert, con la casaca amarilla de líder general, celebró al cruzar la meta
