Gianni Infantino, presidente de la FIFA, dijo que se siente gay, se siente mujer en defensa de los derechos de Catar y lo afirmó un día antes del inicio del Mundial 2022.
Hizo ver los avances experimentados en los últimos años en Catar sobre cuestiones de derechos humanos y sociales, y denunció una doble moral existente en el mundo occidental.
«Tengo unos sentimientos fuertes, hoy me siento catarí, hoy me siento árabe, hoy me siento africano, hoy me siento gay, hoy me siento discapacitado, hoy me siento un trabajador emigrante», comenzó el sábado 19 de noviembre el máximo mandatario del fútbol mundial una disertación de una hora ante los medios, en la que defendió la gestión efectuada y los avances alcanzados.
Luego, en el turno de preguntas, tuvo que extender este sentimiento y añadir que también se sentía mujer. De paso condujo el argumento a través de su experiencia vital. «Soy hijo de trabajadores emigrantes, mis padres trabajaron muy duro en condiciones muy difíciles. No en Catar, sino en Suiza. Recuerdo perfectamente dónde estaban los emigrantes en Suiza, dónde vivían, los derechos que tenían», relató.
SOBRE INMIGRANTES
«Me acuerdo de cuando era pequeño veía cómo trataban a los inmigrantes, lo que les pasaba con los pasaportes, con las comprobaciones médicas, con el alojamiento», continuó el presidente de la FIFA, quien aseguró que la primera vez que se trasladó a Doha y vio las condiciones de vida de los inmigrantes recordó su infancia, en la que destacó que además sufrió ‘bulling’ por ser pelirrojo, con pecas, ser italiano y no hablar alemán, y aclaró a las autoridades locales que había «que hacer algo al respecto».
«Catar también ha hecho progresos», indicó Infantino, quien señaló que le parecía «triste» haber sido testigos de una «doble moral» desde Europa. «Los europeos, occidentales, y yo soy europeo, nos dan muchas lecciones. Y en los últimos 3.000 años deberíamos disculparnos por los próximos 3.000 años antes de seguir dando lecciones a la gente», resaltó en su discurso, en el que denunció que ninguna de las empresas occidentales que hacen negocios en Catar han abordado como la FIFA los derechos de los trabajadores inmigrantes, lo que podría implicar que tendrían mejores ingresos».
CATAR SE PUEDE DEFENDER SOLA
«No tengo que defender a Catar. Ellos se pueden defender. Yo defiendo el fútbol y la injusticia. Muchos vienen y no les importan estos trabajadores. La FIFA sí se preocupa, el fútbol se preocupa y también Catar lo hace», añadió Infantino, quien recordó estudios sobre inmigrantes que no son del organismo futbolístico en los que se recopilaron fallecimientos de trabajadores en otros sitios del mundo y nadie ha solicitado indemnizaciones para las familias.
Manifestó que los trabajadores que han llegado a Catar han ganado cien veces más que en sus países y todo hecho dentro de la legalidad. «Nosotros en Europa cerramos nuestras fronteras, no permitimos trabajadores de estos países, o si se hace es en cifras mínimas para que puedan trabajar. Sabemos que hay multitud de trabajadores ilegales en países europeos, que viven en condiciones malas», señaló.
A EUROPA NO SE LLEGA POR VÍAS FÁCILES
«Aquellos que llegan a Europa lo hacen a través de rutas muy complicadas. Si a Europa de verdad le importara el destino de estas personas, de jóvenes, también podrían hacer lo que está haciendo Catar, crear vías y rutas legales por intermedio de las que al menos un porcentaje de estos trabajadores pudiera llegar a Europa y tener un puesto de trabajo y esperanza», agregó.
Con información de EFE