Yaroslava Mahuchikh de 20 años le regaló a Ucrania su país la medalla de plata que en salto alto logró el martes 19 de julio en el Mundial de Eugene en Estados Unidos, que para ella es oro.
La joven de esta forma trató de dar algo de aliento a Ucrania, su nación devastada por la guerra. “Para mí es de oro”, indicó mientras miraba el premio imposible de imaginar hace cuatro meses, cuando huyó de los bombardeos en un viaje de tres días en automóvil.
La adolescente alcanzó los 2,02 metros para conseguir una presea que hiciera juego con la del segundo lugar que consiguió en el Mundial bajo techo en marzo, poco después de escapar de Dnipro, su ciudad natal, que se había convertido en blanco de ataque por parte de Rusia.
A Mahuchikh le hizo falta un intento más para rebasar la altura de 2,02 metros que había alcanzado la australiana Eleanor Patterson, quien impuso su mejor marca personal y se embolsó el oro. La ucraniana se recostó unos segundos en el colchón y se llevó las manos al rostro, luego de fallar su último intento de 2,04 metros.
SU SALTO NO FUE UNA DECEPCIÓN
Su salto definivamente no fue una decepción. Mahuchikh es una entre 22 deportistas ucranianos que compiten esta semana en Eugene, Oregon. Todos han debido entrenar fuera de su país, algunos en Portugal, otros en España. Y Mahuchikh practicó recientemente en California, luego de paradas en Serbia, Alemania y Turquía.
Su compatriota Iryna Gerashchenko fue cuarta, un logro espectacular, después de las penurias que pasó cuando las bombas comenzaron a caer en Kiev. Luego de refugiarse en el sótano de sus padres durante una semana, se marchó sin las zapatillas con tachones y entrenó durante un tiempo con calzado deportivo normal.
CUALQUIER COSA ES BUENA
La plata de Mahuchikh llegó una noche después que su compatriota Andriy Protsenko, quien estuvo atrapado casi seis semanas en Kherson, su ciudad natal ocupada por los rusos, se quedó con el bronce en el salto de altura.
“Esto hizo que me percatara en que todo es posible”, aclaró la vallista ucraniana Anna Ryzhykova, quien finalizó segunda en las preliminares, poco antes que Mahuchikh entrara al campo. “Entrenó un mes en una ciudad ocupada donde su vida estaba en riesgo. Es asombroso”.
Lo de Mahuchikh es una proeza para ella y su país.
AP
Yaroslava Muhuchikh se aplaudió por lo que alcanzó en salto alto