La dolorosa derrota por 2-0 de la Vinotinto ante Uruguay como visitante ha dejado un sabor amargo en el seno de la selección venezolana, y también entre sus aficionados.
Refiere el portal “Meridiano” que este resultado, sumado a la victoria de Bolivia sobre Chile, ha emparejado aún más la lucha por el puesto de repechaje en las eliminatorias sudamericanas rumbo al Campeonato Mundial de 2026.
Actualmente, Venezuela se mantiene en el séptimo lugar de la tabla de posiciones, con 18 puntos, lo que le otorga, por ahora, la última plaza para la repesca.
Sin embargo, la ventaja es mínima: Apenas un punto sobre Bolivia, que acecha con 17 unidades.
Es nulo el margen de error
Con solo dos partidos por disputar cada equipo, el margen de error es prácticamente nulo.
La buena noticia, dentro de la complejidad del escenario, es que la Vinotinto sigue dependiendo de sí misma: Ganando sus dos últimos encuentros, aseguraría su lugar en el repechaje, independientemente de lo que hagan sus rivales directos.
¡Ahhh…! Pero aquí es donde la situación se torna realmente desafiante. Veamos por qué.
Los últimos retos de la Vinotinto
Los partidos que le quedan a la selección venezolana son, sin lugar a dudas, los más exigentes de toda la eliminatoria. En la última fecha FIFA, la Vinotinto deberá enfrentar a dos gigantes del fútbol sudamericano: El primero, nada menos que a la campeona mundial, Argentina, como visitante, y luego a Colombia, en el Estadio Monumental de Maturín.
Mientras tanto, Bolivia también tiene un calendario de alta exigencia, lo que podría jugar a favor de Venezuela si los resultados se dan de cierta manera. La selección del altiplano se medirá a Colombia y a Brasil.
¿Una última posibilidad…?
Si tanto Venezuela como Bolivia no logran sumar puntos en sus respectivos compromisos (es decir, ambos pierden los dos partidos), sería la Vinotinto la que, por la mínima diferencia, se quedaría con el puesto de repechaje.
No obstante, clasificar de esta manera, sin haber logrado sumar en los últimos partidos y con malas sensaciones, generaría muchas dudas de cara a un eventual repechaje y al futuro del proyecto.
Sin dudas, el panorama de la Vinotinto es de extrema tensión y nerviosismo. La derrota ante Uruguay ha apretado la tabla de posiciones, y ha dejado a la selección venezolana al borde del precipicio, aunque con la ventaja de depender de sí misma.
Los dos últimos partidos serán verdaderas finales, no sólo por los puntos en juego, sino por el nivel de los rivales (RG).