En el caso del lanzador venezolano Pedro Ávila, hoy vive una nueva vida, vio un cambio en su rendimiento después de llegar a su organización actual, Guardianes de Cleveland, con la que se ha convertido en uno de los brazos más solventes del bullpen.
Ávila quien ahora vive un segundo aire, dejó a los Padres de San Diego, luego de tener una efectividad de 9.00, tras permitir ocho carreras limpias en 8.0 episodios lanzados, con nueve ponches y otorgando seis boletos.
El 17 de abril, fue comprado por Cleveland, equipo que le dio la oportunidad, con la que ha podido mejorar desde la lomita. Una versión, que había mostrado hasta el año pasado, pero esquiva en el inicio de la temporada.
Luego de 32 juegos lanzados con Cleveland, el caraqueño mantiene una efectividad de 3.08, tras tolerar 18 carreras limpias en 52.2 entradas de labor, con 54 ponches y 22 boletos, mejorando así su relación de boletos otorgados por cada nueve innings lanzados, de 6,8 bases por bolas que tuvo con San Diego, a 3.8 que posee actualmente con Cleveland.
En sus últimos cinco juegos, el derecho ha permitido una sola carrera en 4.2 innings lanzados, con cinco hits tolerados, dos boletos y cinco ponches, además de una efectividad de 1.93.
Sin duda alguna que ese cambio le cayó como anillo al dedo a Ávila, quien ya acumula 54 juegos lanzados en Grandes Ligas, con un registro de 5 victorias y 4 reveses, una efectividad de 3.47, así como 132 ponches en 124.1 innings lanzados, todo esto en cinco años en las Grandes Ligas.
LA/LVBP
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