Coral Gables, Florida (VIP-WIRE).
Mi admirado Dusty: Ya sabes cuánto te he apreciado y respetado, porque sin grandes facultades naturales fuiste un outfielder respetable.
Pero ahora te expones a que te falten el respeto, por lo horrendo que te ves con ese permanente palillo entre labios y dientes.
No debes exhibir eso, querido Dusty, es mala educación y de un pésimo gusto.
Si como outfielder, lo único que te reclamaban era mayor poder, en tu trabajo de mánager sólo se te acusa de mal educado por eso del palillo.
Además, es un peligro. Un entrenador de bèisbol, compatriota cubano mío, llamado Reynaldo Cordeiro, le dio por llevar un palillo, como tú. Un día, desde luego que accidentalmente, se lo tragó y hubo que operarlo de urgencia para salvarle la vida.
Estás, en la postemporada, con los interesantes Astros. Permítenos ver el espectáculo sin la barbaridad de tener que soportarte con eso en la boca.
Más por tu buen comportamiento que por tus habilidades, fuiste muy querido y respetado en tus 19 años de bigleaguer, 1968-1986, con Bravos, Dodgers, Gigantes y Atléticos.
Todos sabíamos en el béisbol que no ibas para el Hall de la fama, pero te queríamos de todas maneras. Recuerdo que en tu primer chance, en 1992, fuiste eliminado, porque sólo recibiste el 0.9 % de los votos.
Deseo hacerte ver, amigo Dusty, que te queremos por lo que eres como persona, no por lo que has sido de bigleaguer ni de mánager. Mantén ese amor por tí, conserva tus sinceras amistades, abandona el palillo para que no produzcas asco a cuantos te ven.
Porque si sigues con esa horrible tontería, con la cantidad enorme de closeups que les toman a los mánager, especialmente en postemporada, estarás frito.
A los 73 años no debe uno cometer tonterías como esa. ¿Qué placer te produce eso del palillo jugueteándote entre los labios y los dientes?.
Come semillas de girasol, que es menos ridículo y más saludable.
¡Óyeme! Esa es la palabra, “ridículo”, es lo que haces mostrándote con eso en la boca. Aparte, como ya te dije, de que te expones al peligro de tragártelo. Imagínate que en pleno juego de Serie Mundial tengan que sacarte del dugout en camilla, vía ambulancia para terminar en el quirófano.
No quiero ni imaginarlo, porque te aprecio mucho.
Espero que tus Astros sigan ganando para verte triunfal en toda la postemporada y sin palillo entre labios y dientes.
Un abrazo en demostración de que todo lo escribo por tu bien… Prestón.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
ATENCIÓN. Lee el archivo reciente de “Juan Vené en la Pelota” en internet, por “el deporte vuelve a unirnos”.
@juanvene5
