El Comité Olímpico Internacional (COI) confirmó que los atletas de Corea del Norte fueron los únicos en los Juegos Olímpicos de París 2024 que no recibieron los teléfonos edición especial que Samsung, uno de los patrocinadores principales, regaló a todos los participantes.
Esta situación ha generado un debate significativo, ya que se relaciona con las sanciones internacionales impuestas a Corea del Norte debido a su programa nuclear, más las restricciones que prohíben la transferencia de tecnología avanzada a ese país.
Samsung, que distribuyó alrededor de 17.000 unidades de su exclusivo Galaxy Z Flip 6 a los atletas olímpicos, decidió no entregar estos dispositivos a los deportistas norcoreanos para evitar posibles violaciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Estas sanciones, que tienen como objetivo limitar el acceso de Corea del Norte a tecnologías que podrían ser utilizadas en su desarrollo militar, incluyen restricciones sobre la exportación de tecnología avanzada, que podrían haber sido infringidas si los teléfonos llegaban a manos norcoreanas.
Impacto de las sanciones en los Juegos Olímpicos
La decisión de no entregar los teléfonos a los atletas de Corea del Norte ha puesto en evidencia las tensiones geopolíticas que persisten incluso en el ámbito deportivo, un espacio que tradicionalmente es asociado con la unidad y la paz globales.
Mientras que otros atletas utilizaron los dispositivos para compartir momentos de camaradería y fraternidad, como fue el caso de los medallistas de tenis de mesa de ambas Coreas, la exclusión de los norcoreanos subraya la realidad de las divisiones políticas que aún afectan al deporte.
Este episodio no sólo refleja la postura del gobierno surcoreano y de sus aliados internacionales, sino también el delicado equilibrio que las empresas multinacionales deben mantener cuando participan en eventos de relevancia global, como los Juegos Olímpicos, por ejemplo.
Aunque los Juegos buscan ser un espacio neutral y unificador, las tensiones políticas y las sanciones internacionales continúan interfiriendo en la experiencia de los atletas, recordándonos que el deporte, pese a su naturaleza inclusiva, no está exento de las influencias externas.
Fuente: Meridiano
Gráfica: Referencial
RG