El lanzamiento del cohete japonés H3 el martes por la mañana, hora local de Tanegashima, fracasó después de que el motor de la segunda etapa del vehículo no se encendiera.
En un escueto comunicado sobre el fracaso, la agencia espacial japonesa JAXA declaró: «Se ha transmitido una orden de destrucción al H3 alrededor de las 10:52 a.m. (hora estándar de Japón), porque no había posibilidad de lograr la misión. Estamos confirmando la situación».
La agencia espacial japonesa, en colaboración con el fabricante del cohete, Mitsubishi Heavy Industries, ha invertido unos 1.500 millones de dólares en el desarrollo del cohete H3 a lo largo de la última década. Gran parte del reto de construir el nuevo cohete consistió en desarrollar un nuevo motor LE-9, alimentado por hidrógeno líquido y oxígeno líquido, para propulsar la primera etapa. Al parecer, funcionó a la perfección. El motor de la segunda etapa que falló, el LE-5B, era un motor más consolidado.
El país ha intentado aumentar su cuota en el mercado de lanzamientos comerciales construyendo una alternativa de menor coste a su antiguo vehículo H2-A para competir más eficazmente con el propulsor Falcon 9 de SpaceX. El objetivo de Mitsubishi era vender el H3 a 51 millones de dólares por lanzamiento en su configuración básica. Esto permitiría a la empresa complementar sus lanzamientos de misiones institucionales para el gobierno japonés con satélites comerciales. El vuelo de debut del cohete H3 del martes transportaba el Advanced Land Observing Satellite-3 para el gobierno japonés. Se perdió.
Las autoridades japonesas expresaron su descontento tras el fallo del cohete. La ministra japonesa de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, Keiko Nagaoka, declaró que el fallo del lanzamiento era «extremadamente lamentable». Añadió que un grupo de trabajo colaborará con JAXA para determinar «rápida y exhaustivamente» la causa del fallo.
Durante una rueda de prensa posterior al lanzamiento, el Presidente de JAXA, Hiroshi Yamakawa, se disculpó por «no haber cumplido las expectativas del público». Prometió que la agencia «se dedicaría a averiguar la causa del problema y a restaurar la confianza del público». No quedó claro cuánto tiempo se paralizaría el programa H3 para investigar el fallo e identificar una solución.
Estos comentarios reflejan el orgullo que siente Japón por su programa de lanzamientos, que tiene décadas de antigüedad y un excelente historial de seguridad.
El fallo es sólo el último desafío para el cohete H3. Un problema fundamental del cohete es que, aunque volara sin problemas, el H3 no tiene ninguna ventaja clara sobre el Falcon 9, que lleva ya más de 170 lanzamientos consecutivos con éxito. Además, el nuevo cohete H3 es totalmente desechable, a diferencia del Falcon 9 y de muchos otros cohetes en desarrollo en Estados Unidos y China.
ENLACE ORIGINAL: After nearly a decade in development, Japan’s new rocket fails in debut | Ars Technica