A comienzos de esta semana, un trágico accidente marítimo en Miami cobró la vida de dos niñas argentinas, de 7 y 13 años de edad, respectivamente, cuando una barcaza de 18 metros de longitud colisionó con un velero de cinco metros, que transportaba a varios participantes de un campamento de verano.
Además de las víctimas fatales, cuatro personas resultaron heridas, incluyendo a una instructora de 19 años de edad y a tres niñas, de las cuales dos se encuentran en estado crítico, tal como lo describe el portal “Versión Final”.
El impacto ocurrió mientras ambas embarcaciones navegaban cerca de la isla Hibiscus.
Ausencia de viento
Expertos han señalado que las condiciones climáticas adversas, caracterizadas por la ausencia de viento, dificultaron significativamente el movimiento del velero, impidiendo cualquier maniobra evasiva para evitar la colisión.
Katie Flood-Reiss, exconsejera del Club de Yacht de Miami, comentó al “Miami Herald” que las circunstancias climáticas hicieron «imposible» que el velero se apartara del rumbo de la barcaza.
El horror previo
Un niño testigo del accidente, que observó la tragedia desde la orilla, describió el horror de los momentos previos.
Relató que «había un barco grande de basura, y el velero estaba frente a él, pero los del barco no prestaron atención y los chocó. Todos salieron volando».
Agregó que «a dos de las chicas las encontraron rápido, pero había tres más en el agua. También había helicópteros y barcos» buscando a las víctimas.
La pequeña de 7 años, identificada como Mila Yankelevich, era nieta de Cris Morena, reconocida productora de televisión en Argentina.
Su trágica muerte ha generado una fuerte conmoción y amplia cobertura en los medios argentinos.
Segunda pérdida dolorosa
Ésta es una segunda pérdida dolorosa para Cris Morena, cuya hija, Romina Yan, falleció inesperadamente hace 15 años.
Esta tragedia ha puesto de relieve la urgente necesidad de reforzar las normas de seguridad marítima, especialmente en zonas donde se realizan actividades recreativas con menores.
La comunidad y las autoridades locales se encuentran de luto, y se espera que se inicien rigurosas investigaciones para determinar las causas exactas del accidente y las responsabilidades correspondientes.
Este lamentable incidente subraya la fragilidad de la vida y el profundo impacto que una tragedia puede tener en familias y comunidades, dejando abierta la pregunta sobre cómo podrían haberse evitado tales circunstancias (RG).