Este domingo 13 de julio, a partir de las 3:00 de la tarde (Hora de Venezuela), se disputará, en el Estadio MetLife, de Nueva Jersey, la gran final del primer Campeonato Mundial de Clubes con 32 equipos.
Paris Saint-Germain, de Francia, y Chelsea, de Inglaterra, definirán el título.
Ambas oncenas tienen cualidades, tanto colectivas como individuales, para creer en la victoria, a tenor de lo que describe el portal “ESPN”.
Los argumentos del PSG
A continuación, los argumentos del PSG, actual campeón de Europa.
En primer lugar, porque es el mejor equipo del mundo.
Ese pensamiento es casi unánime. Incluso, lo piensan algunos futbolistas de Chelsea, como Enzo Fernández. Si el fútbol fuera un deporte en el que la lógica al final triunfa, el conjunto dirigido por Luis Enrique debería levantar el trofeo. Pero, en este tipo de juego, la «dinámica de lo impensado» siempre deja puertas abiertas a lo impredecible.
Por eso, PSG deberá jugar al ciento por ciento de sus posibilidades. Si lo hace, Chelsea poco podrá hacer. Como poco pudieron hacer Inter, Atlético Madrid, Bayern Munich y Real Madrid en el pasado reciente.
Si logra hacerse dueño del juego desde el comienzo, con la pelota en su poder y dominando las condiciones, los goles llegarán por peso propio.
El equipo francés ha logrado articular dos virtudes que no siempre conviven: El funcionamiento colectivo con sólidos argumentos individuales. Tiene futbolistas de enorme talento, como Desiré Doué, Kvicha Kvaratskhelia y Ousmane Dembelé, que pueden romper desde sus cualidades, pero también juegan en función del equipo. Allí está el secreto de este PSG hegemónico.
Además, impone un juego avasallante a partir de la posesión con sentido y de la inteligencia y jerarquía de Vitinha, João Neves y Fabián Ruiz. Ellos tres, con movimientos y pases, se asocian con todos, y es entonces cuando el dominio se hace absoluto. Son el alma del equipo, y también el brillo.
En definitiva, PSG puede ser campeón porque ha sido el mejor de la temporada. La diferencia con el resto ha sido tan amplia como los resultados contra Inter en la final de la Champions, y contra Real Madrid en semis de este Mundial. Sólo le falta sostener la tensión competitiva un partido más.
Los argumentos del Chelsea
La pregunta encierra un desafío, porque Chelsea llega evidentemente en inferioridad de condiciones futbolísticas a este encuentro.
El PSG ha brillado durante toda la temporada, y es el favorito natural por juego y por últimos resultados.
Sin embargo, la capacidad competitiva del conjunto inglés mantiene firmes sus posibilidades.
En primer lugar, Chelsea sabe jugar en estas instancias mano a mano, y, aunque los rivales fueron muy menores, viene de ganar la Conference League, y llegó a esta final con autoridad.
Las sensaciones que generan disputar este tipo de partidos no son desconocidas. Eso es un problema menos a la hora de planificarlos. La responsabilidad no nublará los sentidos de los jugadores azules.
Entonces, a partir de ese convencimiento, deberán cumplir una actuación perfecta. El conjunto dirigido por Enzo Maresca no puede tener fisuras este domingo. Debe defender tan bien como le sea posible, y ser todo lo contundente que pueda ser. En ambos extremos, tiene jugadores jóvenes y destacados que están en condiciones de hacerse cargo.
La lucha en el mediocampo será fundamental. Enfrente de los ingleses estará la mejor línea media del mundo, pero Enzo Fernández, Moisés Caicedo y Cole Palmer no deben sentirse menospreciados, porque los tres tienen jerarquía y carácter para plantares, e intentar, si no sacarle la pelota, al menos cortar los caminos de Vitinha, Neves y Ruiz. Si lo hacen, subirán las posibilidades de los “blues”.
Por último, Chelsea puede ser campeón porque tiene suerte. Y eso no es poco en un Mundial. Tuvo suerte para evitar el lado del cuadro más complicado, y también para vencer a Benfica y a Palmeiras. Llegó hasta aquí alumbrado por esa luz y también fue creciendo desde lo futbolístico. Por eso puede creer que la sorpresa es posible (RG).