Miguel Cabrera, único venezolano con 3.000 hits en las Grandes Ligas, largó su jonrón 506 el lunes 25 de julio luego de dos meses sin lograrlo, incluidos 51 juegos y 204 turnos al bate, incluso los Tigres de Detroit aplastaron 12-4 a los Padres de San Diego en su casa en partido de interligas.
Su estacazo en el Comerica Park representó una pequeña parte del feroz despliegue ofensivo ante su público. El aragüeño de 39 años ha sido uno de los bateadores más productivos del equipo a lo largo del año, pero lo ha hecho mayormente a fuerza de sencillos y dobles. Su sequía de cuadrangulares era más causa de su mentalidad en el plato que de un mal momento.
Las condiciones de sus piernas hacen que todo sea más difícil para producir la fuerza necesaria y dar jonrones, pero aún puede encontrar las brechas en la defensa debido a la velocidad de su swing. En una alineación más productiva, tal vez batearía de quinto o en el mismo puesto, aunque de cualquier manera sería de gran ayuda, sin importar quién estuviera en la parte gruesa de la alineación.
Cabrera se sorprendió, incluso todavía lo está. “Estoy cansado”, bromeó después del encuentro. “Primera vez que tengo que recorrer las bases en años”, continuó con las bromas.
Pero su mánager A.J. Hinch no sólo disfrutó el estacazo, si no la forma como recorrió las almohadillas. “Ves su reacción pasando por tercera, pasándola bien con el dugout. El clásico Miggy”, expresó muy contento.
“Creo que el cuadrangular por la banda contraria emocionó a todos”, aclaró Hinch. “Especialmente cuando está un poco golpeado. No lo va a decir, pero creo que no estaba sintiéndose muy bien físicamente. Esos instantes divertidos son la clave”, indicó e hizo ver que el toletero del equipo está de vuelta.
¡Qué bueno!.
Genuina/Jason Beck/MLB.com
Miguel Cabrera un espectáculo en el Comerica cuando la saca del parque
