Catar detuvo al menos 60 trabajadores extranjeros que protestaban por llevar meses sin recibir su salario y deportó algunos de ellos, informó grupo de defensa, justo tres meses antes que Doha acoja el Mundial de Fútbol 2022.
Los hechos ocurren momentos en los que Catar enfrenta un escrutinio internacional intenso sobre sus prácticas laborales antes del máximo torneo de la FIFA. Catar, al igual que otras naciones del Golfo Pérsico, depende en gran medida de la mano de obra extranjera. La protesta de los trabajadores hace una semana, y la reacción de Catar ante ella, podría alimentar aún más la preocupación.
El director de una consultoría laboral, que investiga el incidente. informó que las detenciones generan nuevas dudas sobre las promesas de Catar de mejorar el trato a los trabajadores. “¿Es esta realmente la realidad que sale a la luz?”, se preguntó Mustafa Qadri, director ejecutivo del Grupo Equidem.
En un comunicado a The Associated Press el domingo 21 de agosto por la noche, el gobierno de Catar reconoció que “varios manifestantes fueron detenidos por violar las leyes de seguridad pública”. Se negó a ofrecer información sobre los arrestos o las deportaciones.
Las imágenes de video publicadas en línea mostraron a unos 60 trabajadores cuando protestaban, el domingo 14 de agosto, por la falta de salarios frente a las oficinas en Doha de Al Bandary International Group, un conglomerado que incluye construcción, bienes raíces, hoteles, servicios de alimentos y otras empresas. Algunos de los manifestantes no habían recibido sus salarios durante siete meses, aclaró Equidem.
AP
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