Al menos seis militares colombianos murieron y otro fue dado por desaparecido en un ataque perpetrado por miembros del Grupo Armado Organizado Residual (GAO-r) de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la región de Guaviare, en el sudeste del país, que se saldó con otros cinco miembros secuestrados, aunque estos ya fueron entregados, informó el domingo 27Abr, el Ejército de Colombia.
«En la madrugada de hoy, un pelotón del Batallón de Infantería n° 19 Joaquín París, encargado de la seguridad del Antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (AETCR) de Charras, en el departamento del Guaviare (…) fue emboscado y atacado por integrantes del grupo armado organizado residual (GAO-r) Jorge Suárez Briceño», anunció en su cuenta de la red social X.
Las tropas han confirmado hasta el momento la muerte de seis militares, entre los que se incluye un sargento, y el secuestro de otros cinco que «fueron entregados a la comunidad de Guanapalo por miembros de este grupo armado ilegal».
Asimismo, informaron que se están realizando «labores de búsqueda» para dar con el paradero de otro «soldado profesional» identificado como Jean Carlos Bolaño, que fue dado por desaparecido.
«Una vez fue conocida la situación, el Mando del Ejército ordenó el desplazamiento inmediato del jefe de Operaciones de la institución al sitio de los hechos, además del despliegue de tropas en apoyo y la activación de todas las capacidades de Inteligencia, movilidad aérea y operacionales en la región para reforzar la maniobra militar en el área», señaló, destacando que estas actuaciones responden al decreto firmado a mediados de abril que suspende las operaciones militares contra las facciones de la disidencia del Estado Mayor Central (EMC) de las FARC, aunque no prorroga el alto el fuego contra el Estado Mayor de Bloques y Frentes (EMBF).
El Ejército colombiano ha acusado a este último de incumplir «los compromisos adquiridos a través de los acuerdos y protocolos suscritos en el marco de la mesa de diálogo y negociación» con el Gobierno del país y rechazó «la presunta participación de algunos civiles en» el ataque, asegurando que «será puesto en conocimiento de la autoridad competente y los organismos internacionales».
Asimismo, transmitió su pésame a las familias y seres queridos de las víctimas mortales y aseguró que mantendrá las operaciones militares en esta región «manteniendo firme (su) misión constitucional de proteger a la población y preservar la seguridad».
El presidente colombiano, Gustavo Petro, pidió la apertura «inmediata» de una investigación «independiente» sobre lo sucedido, incluyendo «la decisión de disminuir el cese al fuego, que se tomó con los frentes bajo órdenes de ‘Calarcá'», alias con que se conoce a Alexánder Mendoza, uno de los líderes de las facciones de la disidencia del EMC de las FARC.
En un mensaje en su cuenta de la red social X, asumió además su responsabilidad en «la vida de cada joven que hay en la fuerza pública». «Quiero que todos regresen sanos y salvos a sus familias, porque este Gobierno es un Gobierno construido alrededor de la vida, su defensa y proyección. En Colombia nadie debe morir por manos de otros», ha defendido antes de asegurar que su «esfuerzo es para que las madres de los colombianos nunca reciban más a sus hijos muertos». «Ese dolor que es un dolor nacional debe cesar», agregó.
Además, señaló que «el acuerdo último solo tiene un mes desde ese momento para acordar que la comunidad en los territorios, ordene las obras y políticas públicas prioritarias en sus territorios, y para organizar la concentración de tropas en zonas especiales para la dejación de la violencia». S
EuropaPress