Al menos 11 personas, entre ellas siete niños, perdieron la vida este martes 02Sep, a causa de un bombardeo ejecutado por el Ejército de Israel cuando intentaban recoger agua en la ciudad de Jan Yunis, en el sur de la Franja de Gaza.
Según las informaciones recogidas por el diario palestino ‘Filastin’, las víctimas fueron alcanzadas por el ataque de un dron en el de Al Mauasi, declarada por las tropas israelíes como una «zona segura», sin que el Ejército de Israel se haya pronunciado al respecto. Fuentes médicas citadas por la agencia palestina de noticias WAFA confirmaron que entre los muertos hay siete niños.
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) indicó que el ataque, junto a otra «masacre» en la ciudad de Gaza que dejó al menos 10 civiles muertos, «revelan la naturaleza fascista del enemigo», al tiempo que reiteró que «suponen crímenes de guerra» que «requieren una intervención inmediata del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas».
Así, cargó contra Israel por «continuar su destrucción sistemática de los barrios de Gaza como parte de un acto de genocidio y limpieza étnica» a través de «intensos bombardeos aéreos y el uso de robots cargados de explosivos», lo que describió como «una violación sin precedentes del Derecho Internacional».
El grupo islamista palestino acusó al Gobierno de Benjamin Netanyahu, al que ha tildado de «criminal de guerra», de «lanzar una guerra abierta contra civiles inocentes, particularmente en la ciudad de Gaza» para intentar ejecutar «un genocidio y un desplazamiento forzoso» a través de «masacres y destrucción».
En este sentido, reseña que Estados Unidos «obstruye» la adopción de medidas internacionales contra Israel, lo que lo convierte en «socio en unos crímenes contra la humanidad que la historia nunca perdonará». «Los responsables deben rendir cuentas, sin importar el tiempo que sea necesario para ello», dijo.
Por ello, Hamás pidió a la comunidad internacional que «adopte medidas efectivas» y «presione» a Israel para «detener el genocidio que está siendo cometido por la ocupación sionista en la Franja de Gaza y hacer frente a sus proyectos, que amenazan la seguridad y la paz en toda la región».
La ofensiva israelí, desatada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, ha dejado hasta la fecha más de 65.600 palestinos muertos y más de 160.000 heridos, según las autoridades gazatíes, controladas por Hamás, en medio de las denuncias internacionales sobre las acciones del Ejército de Israel en el enclave y la hambruna registrada en Gaza a causa de las severas limitaciones a la entrega de ayuda humanitaria.
Europapress