La inflación de la eurozona mantuvo en junio su tendencia alcista y pulverizó los récords al alcanzar un 8,6 % interanual, impulsada por los fuertes aumentos en los precios de la energía, combustibles y los alimentos, como consecuencia de la guerra en Ucrania.
El índice divulgado este viernes 1 de julio por la agencia europea de estadísticas Eurostat es el más elevado de toda la serie histórica, que comenzó en enero de 1997, y representa medio punto porcentual por encima del nivel de mayo, que fue hasta de 8,1 %.
Hasta fines del año pasado las autoridades económicas del viejo continente consideraban que el repunte de la inflación era resultado de la acelerada recuperación de la actividad ante la flexibilización de las medidas anticovid aplicadas durante la pandemia.
Sin embargo, el aumento en los precios de los insumos energéticos activó la alarma, en una tendencia que se tornó dominante con el inicio de las hostilidades en Ucrania.
El Banco Central Europeo (BCE) había proyectado para este año una inflación «cercana pero inferior» al 2 %, una previsión que parece haber sido sobrepasada por la realidad que se vive.
Esta perspectiva ha aumentado el riesgo de una crisis de deuda en la zona euro, a raíz de los crecientes diferenciales de tipos de interés exigidos a los Estados del norte y sur de Europa para pedir prestado y financiar sus déficits.
Fuente: El Universal
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