«¿Para qué me dices que te acompañe a hacer mercado, si eres tú quien elige lo que se compra?».
No supe qué responder ante ese reclamo de mi esposa. Me quedé en silencio tratando de encontrar una respuesta. Mientras tanto, dejé que ella tomara el control del carrito.
Días después llegó la respuesta: ¡mi papá! Recordé que, cuando niño, él hacía el mercado para la casa mientras mi madre se quedaba en casa descasando del trajín que implicaba ser educadora en una zona rural.
Iba manejando, y así como el paisaje, veía rodar los recuerdos de papá recorriendo el mercado San Juan, escogiendo cada producto con una precisión que solemos asociar con las madres. Incluso me reí sólo cuando lo recordé escandalizado contándole a mamá lo mucho que habían aumentado los productos.
Entonces entendí que yo había asumido ese patrón que no es tan común debido a los estereotipos de nuestra cultura, en la que el papá en sólo proveedor pero mamá es la administradora del hogar y de la familia.
Hoy agradezco ser una excepción de la regla, y me alegra ver que muchos padres de esta generación entienden que la solidez de una pareja tiene mucho que ver con las responsabilidades compartidas.
Aquello de que: “eso no es de hombres” o “eso es para las mujeres”, no aplica en el hogar que ahora yo construyo junto a mi esposa, quien no disimula su satisfacción por haber asumido –parte- del control sobre el carrito del súper.
Esta es sólo una de las #HistoriasReales que publicamos hoy con motivo de este Día del Padre. ¿Ya leíste las demás? ¡Te conmoverán!
Historia: @anderpinap / FOTO: Serie padres en la calle, de @AngelZamb11