Los condominios no deben ser contribuyentes ni del Impuesto sobre la Renta (ISLR) ni del Impuesto al Valor Agregado (IVA), porque según expertos jurídicos no tienen fundamento legal.
La semana pasada informaron que un condominio de un edificio al este de Caracas, residencia Capri en La Urbina, presuntamente recibió una multa de 1.000 dólares, impuesta por el ISLR y el IVA, por no declarar los impuestos.
De hecho ya existe un precedente por una decisión del Tribunal Contencioso de la Región Central, donde se deja claro que ni las juntas directivas ni las administradoras de condominios no son entidades prestadoras de servicios, no tienen activos ni pasivos y tampoco son contribuyentes formales.
El Tribunal Contencioso de la Región Central determinó: «Las juntas de residencias sólo admnistran cuotas de condominios, lo que no está como acto de comercio en el Código de Comercio, no son sujetos del impuesto al Valor Agregado, no ejecutan ningún acto que se considere como un hecho imponible y no es contribuyente formal».
Pareciera que la situación no está debidamente esclarecida en el ámbito normativo. La empresa Administradora de Condominios y Resolución de Conflictos, a través de un hilo de Twitter, informa que es necesario reformar las leyes del ISLR y el IVA para que quede expresamente clara «la exclusión de cualquier tipo de obligación, al menos por parte de condominios residenciales de no tener que ni pagar el IVA a proveedores, ni tampoco declarar el ISLR, sencillamente porque los condominios no ejercen actividades con fines de lucro, ni tienen personalidad jurídica propia, ni tampoco patrimonio propio».
La Administradora de Condominios explica que casi nunca sobra dinero en el condominio. «Siempre falta para pagar los mantenimientos preventivos y correctivos, y para cubrir el déficit mensual que generan los morosos. De manera que insistimos en que el Seniat debería de generar una resolución para atender y ayudar a los condominios a contrarrestar la enorme crisis económica, y sobre todo a actuar con justicia y apego a las realidades jurídicas que derivan de la vigente Ley de propiedad horizontal venezolana, en lugar de estar cazando fantasmas, amenazando y estar aplicando multas a entidades que no realizan actividades económicas, según el Código de Comercio», aclara la empresa Administradora de Condominios.
LA OTRA CARA: TODOS TIENEN QUE DECLARAR
Elías Santana, fundador de MiCondomio.com, indicó que estas multas podrían evitarse fácilmente, porque la declaración generalmente puede hacerse incluso con un concepto de Bs 0. El problema es que los residentes no saben que deben cumplir con este compromiso y el Seniat castiga.
Santana puntualiza que esta cuestión es común porque los residentes no saben que deben cumplir con la norma. Estima que al menos ocho de cada 10 condominios no tienen conocimiento en que deben declarar impuestos, pero no los culpa, sino a los insuficientes canales de información existentes para impedir estas irregularidades.
De manera que los condominios tienen la obligación de declarar el ISLR antes del 31 de marzo, como ocurre con cualquier persona natural o jurídica, ya que para el Seniat los condominios tienen una identidad fiscal, a pesar que usualmente no tengan la obligación de pagar impuestos, sino sólo declararlos. Así de sencillo, para evitar el trago amargo que supuestamente tuvo que pasar residencia Capri en La Urbina.
En el caso del condominio en La Urbina, la junta no declaró ni Impuesto Sobre la Renta (ISLR) ni Impuesto al Valor Agregado (IVA) desde 2016 hasta 2020, por lo que se aplicó una multa de Bs 8.116, equivalente a $939, según el tipo de cambio publicado por el Banco Central de Venezuela (BCV) hasta el jueves 3 de noviembre, día en el que se hizo la denuncia.
ENCUENTRO NACIONAL
Santana, en un intento por educar a la población civil sobre las obligaciones tributarias a las que son sometidas los condominios, convocó a un Encuentro Nacional de Juntas de Condominio, que se realizará el próximo sábado 19 de noviembre en el auditorio de la Cámara de Comercio de Caracas, tanto en formato presencial como virtual.
Con información propia