Cinex, una de las mayores cadenas de cines de Venezuela se está replanteando su negocio en un esfuerzo por atender a los clientes que padecen autismo y otros trastornos sensoriales.
La iniciativa está especialmente diseñada para personas con autismo, síndrome de Down y otros trastornos sensoriales, lo que la convierte en única en su género en el país.
Dayana Pera, de 45 años, es madre de Bruno y de un niño de 11 años al que diagnosticaron autismo. Pera dice que las opciones de entretenimiento para su hijo eran limitadas.
«Antes no había alternativas a las que llevarle», explica Pera. «A mi hijo le molestaban las luces y los sonidos fuertes. Entraba y salía constantemente, en las pocas ocasiones en que le llevaba al cine».
Para las personas con discapacidad y sensibilidad sensorial, ir al cine puede ser una experiencia abrumadora. La sala de proyección se ha ajustado cuidadosamente para reducir el estrés y la entrada sensorial.
Algunas luces se dejan bajas, y el sonido y el brillo de la pantalla se controlan para evitar la sobreestimulación. Y todos los visitantes pueden moverse libremente si lo desean.
Para Gabriel Barboza, que vive con autismo desde que era pequeño, es un cambio significativo en comparación con una proyección de cine convencional.
«A diferencia de otros cines, la puerta de la sala de proyección se mantiene abierta, por si queremos salir debido a una sobrecarga sensorial», explica Barboza.
No hay cifras oficiales recientes del gobierno sobre cuántas personas con discapacidad viven en Venezuela. A pesar de contar con una legislación que promueve la inclusión, los defensores afirman que al país aún le queda mucho camino por recorrer.
Desde hace 30 años, la asociación civil venezolana ASODECO trabaja para ayudar a las personas con necesidades especiales. Nelly Goncalves, directora de ASODECO, explica que la mayoría de las personas con discapacidad viven en un entorno difícil que a menudo les impide trabajar y entretenerse.
«Una de las dificultades a las que se enfrenta nuestro país, en general, es la falta de acceso para las personas con necesidades especiales», afirma Goncalves. «La mayoría de los espacios no son accesibles no sólo para personas con discapacidades psíquicas, sino también físicas».
Fuera de la sala de proyección, en Caracas, hay una zona segura para relajarse si es necesario.
En el puesto de comidas también hay cambios, ya que se ofrece una selección de golosinas saludables, como artículos sin azúcar, sin gluten y sin lactosa.
En este cine hay 78 butacas disponibles. Todos los martes y sábados, los amantes del cine pueden venir a vivir una experiencia cinematográfica única.
La planificación del proyecto de proyecciones amistosas empezó hace dos años, pero se puso en marcha oficialmente en septiembre del año pasado. Todo el personal recibió formación para prestar asistencia.
El Director General del Cinex de Venezuela, Rocco Lasalvia, afirma que esperan causar un impacto positivo entre las personas con discapacidad que viven en el país.
«Lo que buscamos es abrir nuevos espacios en los que podamos ofrecer a estas comunidades entretenimiento y ocio a través del cine», dijo Lasalvia.
La empresa planea ampliar su programa a otras localidades del país, abriendo las puertas a un lugar donde todos puedan sentirse bienvenidos.
ENLACE ORIGINAL: Venezuela‘s first sensory-friendly cinema – CGTN
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