Bajo un cielo nublado que no opacó la pasión de jinetes y aficionados, el mundo ecuestre venezolano se reunió del 7 al 9 de noviembre en las caballerizas del Caracas Country Club para rendir homenaje a Andrés Rodríguez, cariñosamente conocido como “Chepito”. El Concurso Nacional de Salto 3, bautizado Clásico Andrés Rodríguez “Chepito”, cerró con broche de oro la temporada ecuestre 2025 y revivió el espíritu de uno de los más grandes exponentes del salto ecuestre en Venezuela.
Organizado por la Federación Venezolana de Deportes Ecuestres (FVDE) en alianza con el Caracas Country Club, el evento reunió a decenas de binomios —esa mágica unión entre jinete y caballo— de todo el país. Desde las pruebas clasificatorias del viernes, la expectativa se sintió en el aire, con obstáculos que desafiaron la precisión y el coraje de los competidores en categorías que iban desde 1.10 metros hasta el Gran Premio de cierre. Más allá de medallas y cronómetros, el Clásico fue un acto de amor colectivo: un tributo a “Chepito”, quien en 2015 consiguió la primera medalla de plata para Venezuela en los Juegos Panamericanos de Toronto y dejó un legado de excelencia y generosidad tras su trágico fallecimiento en 2016.
Un Homenaje que galopa en el tiempo
El sábado por la tarde, el evento alcanzó su punto más emotivo durante la ceremonia en honor a Rodríguez. Familiares, excompañeros y autoridades de la FVDE se reunieron mientras se proyectaban imágenes de sus triunfos internacionales, desde victorias en el Horseware Grand Prix en Estados Unidos hasta campeonatos juveniles de la FEI. “Andrés no solo saltaba obstáculos; él los transformaba en oportunidades para inspirar a generaciones”, destacaba un video tributo que conmovió a los presentes y recordó su gesto póstumo: la donación de órganos que salvó siete vidas.
Este Clásico, integrado al calendario anual 2025 de la FVDE, combinó competencias nacionales y regionales. El domingo, el Clásico Padres e Hijo agregó un toque familiar, donde duplas generacionales demostraron que la equitación es un vínculo que trasciende el tiempo, cerrando la temporada con el Campeonato Nacional Abierto de Salto.
Destellos de gloria en la pista
El ganador del Clásico Andrés Rodríguez “Chepito” fue el binomio conformado por Eduardo Cariello y el caballo Stu Ungar Dit Le Kid, de la familia Frías Rodríguez, que brilló con precisión y elegancia en cada salto.
El emblemático Clásico Padres e Hijos y su versión Mini fueron otra muestra de tradición familiar en la equitación. Los triunfos fueron para Anabela y Samantha Gomes Barroeta, quienes compitieron junto a su padre, Juan Gomes, representando a Brimapema. Estas pruebas demostraron que la pasión por la equitación se transmite de generación en generación, manteniendo viva la esencia del deporte.
El diseño de la pista estuvo a cargo del experimentado Javier Medrano (COL, FEI 3), garantizando un recorrido desafiante que puso a prueba la precisión y el coraje de los competidores.
Galope hacia el futuro
Este Clásico fue un recordatorio de que el deporte ecuestre en Venezuela resiste y brilla. Con más de 50 binomios participantes y un público que llenó las gradas —muchos con camisetas en memoria de “Chepito”—, el evento dejó un impacto emocional que trasciende las pistas. La FVDE ya anuncia que 2026 traerá ediciones ampliadas y clasificatorios internacionales para impulsar nuevos talentos al escenario global.
En El Informador Venezuela celebramos este legado vivo. Andrés Rodríguez “Chepito” galopa eterno en cada salto, inspirando que el coraje y la gracia sigan siendo el emblema de nuestra equitación.