El Gobierno de Estados Unidos condenó este martes las sanciones impuestas por cinco países, entre ellos Reino Unido, contra dos ministros extremistas del Ejecutivo israelí, el ministro de Seguridad, Itamar Ben Gvir, y el titular de la cartera de Finanzas, Bezalel Smotrich.
«Estas sanciones no impulsan los esfuerzos liderados por Estados Unidos para lograr un alto el fuego, el retorno de todos los rehenes y el fin de la guerra», reza un comunicado del Departamento de Estado estadounidense, que ha instado «a la revocación de las sanciones» y ha dicho que «se solidariza» con Israel. «Recordamos a nuestros socios que no olviden quién es el verdadero enemigo», ha agregado.
La oficina liderada por Marco Rubio ha «rechazado cualquier noción de equivalencia» entre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y el Gobierno de Benjamin Netanyahu. «Hamás es una organización terrorista que cometió indecibles atrocidades, continúa manteniendo como rehenes a civiles inocentes e impide que la población de Gaza viva en paz», ha subrayado.
Los gobiernos de Reino Unido, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Noruega han anunciado la imposición de sanciones y restricciones al viaje contra Ben Gvir y Smotrich en una medida con la que buscan aumentar la presión sobre el primer ministro a medida que avance la ofensiva militar en la Franja de Gaza.
A través de un comunicado conjunto, han explicado que «la violencia de los colonos está incitada por la retórica extremista, que insta a expulsar a los palestinos de sus viviendas y que incita a la violencia a la comisión de abusos de los Derechos Humanos y rechaza la solución de dos Estados».
Poco después de conocerse el anuncio, Smotrich ha prometido nuevos asentamientos en los Territorios Palestinos Ocupados, al tiempo que ha señalado que «no hay un momento mejor» para ello. Y, por su parte, Ben Gvir ha comparado la decisión del Gobierno británico con el documento emitido por Londres en 1939, que limitaba la migración judía al territorio bajo el mandato británico de Palestina.
