La administración del presidente Donald Trump continúa aplazando la aprobación de licencias para varias empresas petroleras europeas que buscan operar en Venezuela, intensificando la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Por otro lado, Chevron, la compañía estadounidense, mantiene su autorización para producir y exportar petróleo venezolano, según fuentes cercanas al tema consultadas por Bloomberg.
Entre las empresas afectadas se encuentran la española Repsol, la italiana Eni y la francesa Maurel & Prom, cuyos permisos para trabajar en el país siguen en espera debido a una decisión de Washington. De acuerdo con las fuentes, que solicitaron permanecer en anonimato, esta postura refleja el complejo equilibrio que la Casa Blanca intenta sostener entre intereses energéticos, geopolíticos y financieros.
El mes pasado, el Departamento del Tesoro otorgó a Chevron una licencia para retomar operaciones en Venezuela, en contraste con la línea dura aplicada a las compañías no estadounidenses. Esta política forma parte de la estrategia de Trump de mantener la presión sobre Maduro mientras busca controlar los precios del petróleo en medio de sanciones contra Irán y la guerra en Ucrania.
La postura de Washington respecto al petróleo venezolano ha experimentado diversos cambios desde el regreso de Trump a la presidencia. Por un lado, el secretario de Estado, Marco Rubio, promueve una estrategia más contundente, mientras que el enviado especial, Richard Grenell, aboga por una política que priorice los intereses comerciales de Estados Unidos.
El Departamento del Tesoro, el Departamento de Estado y el Consejo de Seguridad Nacional evitaron hacer comentarios. Repsol, Eni y Maurel & Prom tampoco respondieron a las solicitudes de información, según reseña Noticiero Digital.