El gobierno de Venezuela está permitiendo que los socios de las empresas conjuntas de Pdvsa salgan del país, vendiendo sus acciones a otros o devolviéndolas, siempre y cuando renuncien al pago de deudas pasadas, según fuentes citadas por la agencia internacional de noticias Reuters.
Asumir una pérdida o renunciar a una deuda impaga no ha impedido que empresas como la francesa TotalEnergies, la noruega Equinor o la japonesa Inpex se vayan, afirma Reuters. Son partidas, continúa la agencia, que demuestran cómo las sanciones de Estados Unidos al sector han hecho que operar en la nación sea insostenible.
Desde 2018, ocho empresas extranjeras de 44 han transferido o cedido participaciones. Otras siete, más pequeñas, no tienen presencia en el país y 15 proyectos están inactivos, aunque los socios permanecen dentro de las fronteras nacionales.
“Ninguna de esas participaciones es recuperable a valor contable. Entre los que permanecen en las sociedades, pocos esperan recuperar los dividendos pendientes o las deudas comerciales de Pdvsa”, dijo a Reuters un ejecutivo cuya firma salió del país en 2021.
Las sanciones de Estados Unidos a Pdvsa han restringido el acceso a capital y el flujo de efectivo. La empresa TotalEnergies reportó una pérdida de 1.380 millones de dólares por la transferencia de su participación de 30 % a una unidad de Pdvsa. Recibió una cantidad “simbólica” por sus activos, dijo en ese momento el presidente ejecutivo, Patrick Pouyanné.
Con información de El Nacional