Este lunes 05 de septiembre, Vladímir Rogov, miembro del consejo prorruso de la provincia de Zaporiyia, informó que los miembros de la misión del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que inspeccionaron la zona, abandonaron la central nuclear, pero dejaron a dos personas en calidad de observadores.
El jefe de la Administración prorrusa de la ciudad de Energodar, que acoge la planta nuclear, Alexandr Volga, confirmó la noticia a la agencia rusa Interfax, al señalar que estos «se ocuparán de controlar la seguridad del funcionamiento de la central nuclear».
«Por indicación de la propia misión y el señor (director general del OIEA, Rafael) Grossi, ellos deben permanecer de modo permanente y serán rotados periódicamente. Él cumplió la promesa de que la misión será permanente», añadió Volga.
Según el político prorruso, «en estos momentos funciona un solo reactor», que suministra energía a la red, incluyendo a los clientes ucranianos.
«Debido a la reparación de las líneas de alta tensión se tomó la decisión de detener un reactor y dejar otro funcionando», explicó, al señalar que el segundo reactor será puesto en marcha cuando concluya la reparación de las líneas de alto voltaje.
Volga añadió que en estos momentos la situación radiológica en torno a la central es normal.
Rusia y Ucrania se acusan desde hace semanas mutuamente de los ataques contra la central de Zaporiyia.
Ante el incremento de las tensiones en torno a la instalación nuclear, el OIEA envió una delegación encabezada por Grossi para analizar la situación en la central. El martes el argentino informará al Consejo de Seguridad de la ONU sobre su misión a Zaporiyia.
Fuente: Unión Radio
