Las mujeres afganas fueron vetadas de las universidades del país porque «no respetaban el código vestimentario», justificó este jueves el ministro talibán de Educación Superior, una decisión que para el G7 puede ser sinónimo de «crimen contra la humanidad».
«Estas estudiantes que iban a la universidad (…) no respetaron las instrucciones sobre el hiyab. El hiyab es obligatorio en el islam», dijo Neda Mohammad Nadeem en una entrevista con la televisión estatal. Un comentario hecho en referencia a la obligación de las mujeres en Afganistán de cubrirse el rostro y todo el cuerpo.
Según el ministro, las niñas que estudiaban en una provincia lejana de su domicilio «no viajaban tampoco con un ‘mahram’, un acompañante masculino adulto».
«Nuestro honor afgano no permite que una joven musulmana de provincias termine en una provincia lejana sin que la acompañe su padre, hermano o esposo», declaró.