“En el Municipio Palavecino simplemente no ha habido voluntad política de parte de la clase gobernante, desde el año 2007, para solucionar el problema de las inundaciones, Porque proyectos y recursos los ha habido, pero más bien se ha optado por lo visual, es decir, lo que se maquilla”.
El aserto corresponde al licenciado Manuel Colls, quien laboró durante 28 años para la desaparecida Corporación de Desarrollo de la Región Centroccidental (Corpocidente), ente público de muy positiva gestión. Fue, además, presidente de la misma institución durante siete años.
Sobrepoblación
Señala Colls, quien durante 50 años ha vivido en Palavecino, razón por la cual lo conoce muy bien, que “en los últimos años, este municipio y, especialmente, su capital, han recibido un enorme contingente humano, que hizo subir de 30.000 a 250.000 la cifra de residentes”.
La mayoría de esos nuevos habitantes ha ocupado buena parte del Valle del Turbio, construyendo sobre territorio de bucos y de quebradas que nacen en el llamado macizo de Terepaima. “En total, son 23 quebradas o bucos, que suman juntas un total de 110 kilómetros de extensión”, acotó.
Por ello se fueron desviando algunos cauces naturales, hasta en ángulos de 90 grados, lo que significó la destrucción de abundante vegetación a punta de cemento y concreto armado. Ahora, los cauces buscan su posición original, causando tan desastrosas inundaciones.
Cuatro quebradas
De las 23 quebradas, cuatro son las que copan la escena, explica el ingeniero: El Tomo, que viene desde la parte de arriba de Agua Viva; la Tabure, que nace en la montaña, en terrenos de la UCLA-Agronomía; la Agua Salada, que baja desde La Piedad a través de la Urbanización Evaluna, y la quebrada de la Montaña, que atraviesa Los Rastrojos.
Breve historia
En 2007, recuerda Colls, la entonces alcaldesa Aura Contreras, ante la recurrencia de inundaciones que ya se daban en el momento, contrató un estudio que se denominó: “Actualización del Plan de Drenajes de Cabudare”.
Al frente del equipo técnico que elaboró dicho estudio, figuró el ingeniero civil César Albahaca Mendoza, especialista en asuntos hidráulicos.
Para los sitios críticos de cada quebrada, se plantearon soluciones. Las de las quebradas álgidas, eran más complejas, por cuanto consistían en construir minirrepresas en sus trayectos, para el control de corrientes de agua, de entre 10 y 15 metros de altura, cada una.
“De esa forma, esa agua, en lugar de bajar tumultuosamente, lo haría lentamente, sin causar mayores inconvenientes, y las anegaciones, si se produjeren, serían muy pocas, por cuanto la altura del nivel de las aguas sería muy bajo”, detalla el experto.
Pero ese estudio ha sido ignorado y, por lo tanto, ninguna propuesta fue aplicada. A la fecha de hoy, si no se tiene el proyecto, tampoco se tiene cómo gestionar los recursos, bien a nivel nacional o a nivel internacional, para financiar las obras.
Colls atribuye tal situación a la falta de compromiso político, en tanto se priorizado “lo bonito” por encima de lo importante y, bajo esa premisa, la clase gobernante municipal se ha dedicado desde entonces, a pintar paredes, a arreglar plazas públicas, a pintar brocales, a rediseñar edificios, a poner adornos”.
Pero usted fue director general de la Alcaldía de Palavecino durante la gestión de José Barreras. ¿Por qué no se adoptó en ese período?
-¿Qué te puedo decir? Yo hice la recomendación, pero su respuesta fue simplemente la acostumbrada “vamos a ver”, pues el proyecto le pareció demasiado onerosos, por lo que también a él le faltó una decisión política en ese sentido, incluso aunque hubiese habido necesidad de efectuar recortes en el algunas otras áreas.
También tienen responsabilidad política todos los ediles que han integrado los concejos municipales palavecinenses desde ese mismo 2007.
-Lo que ocurre es que pareciera que todos ellos, en lugar de cumplir con sus funciones, anduviesen buscando lo que no se les ha perdido, y si ese problema no se soluciona, las inundaciones por lluvias en Palavecino van a continuar.
Reinaldo Gómez
Foto: Cortesía Gobernación de Lara