El robo del 19 de octubre de 2025 dejó vacías vitrinas emblemáticas del Louvre, un cartel «non exposé» sus tituye lo que fue su resplandor pero, también, despertó un renovado interés por las piezas sustraídas. Ocho joyas del siglo XIX —todas pertenecientes a la antigua colección de las Joyas de la Corona Francesa— desaparecieron de la Galerie d’Apollon, donde reposaban como testigos del esplendor y las alianzas europeas del siglo imperial.

Cada una de ellas narra una historia de poder, diplomacia y estética. Así eran, y así llegaron a formar parte del tesoro nacional francés.

La diadema de María Amelia y Hortensia

Fabricada a comienzos del siglo XIX, esta diadema de oro y plata está compuesta por 24 zafiros de Ceilán y 1.083 diamantes. Los cinco elementos articulados que la conforman demuestran la maestría de la joyería parisina de la época, que combinaba volumen y flexibilidad con precisión técnica.

La pieza fue creada para la reina Hortensia de Holanda, hija de Josefina Bonaparte y madre de Napoleón III, y posteriormente pasó a manos de María Amelia, última reina de Francia antes de la instauración de la Segunda República. Ambas la lucieron en retratos oficiales y banquetes de Estado, donde el azul de los zafiros evocaba la estabilidad y legitimidad de la monarquía.

Se considera una de las obras maestras del orfebre Bapst, joyero oficial de la Corona durante el siglo XIX.

El collar y pendientes de zafiros

Complemento directo de la diadema, el collar perteneció igualmente a Hortensia y María Amélie. Está formado por ocho zafiros de distintos tamaños y 631 diamantes engarzados en monturas articuladas.

Su diseño revela el paso de la joyería del neoclasicismo al romanticismo: los motivos son más suaves, las piedras se integran con naturalidad al conjunto y el movimiento del collar acompaña la respiración de quien lo porta. Fue adquirido por el Louvre en el siglo XX, tras permanecer durante décadas en colecciones privadas.

Este par de pendientes completa el conjunto de las reinas. Cada uno posee un botón con un zafiro central rodeado de diamantes y una pendeloque en forma de gota o briolette, también en zafiro. En total, la pareja contiene 59 diamantes.

Aunque pequeños comparados con las otras piezas, son los que mejor conservaban la técnica de articulación móvil característica de los talleres parisinos del Imperio. En los inventarios del Louvre, figuraban como ejemplo de “elegancia funcional”.

El collar y pendientes de esmeraldas de la Emperatriz María Luisa

La segunda esposa de Napoleón I recibió este collar como parte de su dote de matrimonio en 1810. Fue obra del joyero François-Régnault Nitot, fundador de lo que después sería la casa Chaumet.

Está compuesto por 32 esmeraldas, diez de ellas en forma de pera, y 1.138 diamantes. La esmeralda central pesa 13,75 quilates. Provenían de las minas de Muzo, en Colombia, famosas por su pureza y tono verde profundo.

Durante generaciones fue considerada una de las piezas más valiosas del patrimonio imperial, símbolo de la alianza entre Francia y Austria.

El par de pendientes asociado al collar conserva la misma procedencia. Cada uno cuenta con dos esmeraldas en forma de pera, de 45,20 quilates en total, acompañadas de cuatro esmeraldas adicionales y 108 diamantes.

Su diseño permitía que las gemas se balancearan suavemente con el movimiento, lo que incrementaba su brillo a la luz de las velas, recurso característico de la joyería cortesana del primer Imperio.

El Broche “Relicario”

El llamado relicario de María Luisa es una de las piezas más misteriosas del conjunto. Apenas hay información pública sobre su creación, aunque se sabe que perteneció a la emperatriz y que se trataba de un broche ovalado con compartimento trasero, presumiblemente destinado a guardar un retrato en miniatura o una reliquia personal.

Su diseño sobrio contrasta con la exuberancia de los collares y tiaras contemporáneos, lo que sugiere un uso más íntimo o sentimental.

La corona de la Emperatriz Eugenia

Compuesta por más de 1.300 diamantes y 56 esmeraldas, fue diseñada hacia 1855 para Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III. Aunque se la conoce como “corona”, en realidad nunca fue usada en una ceremonia de coronación, ya que Napoleón III jamás fue coronado.

La pieza fue creada para exhibirse en la Exposición Universal de París de 1855, como muestra del lujo del Segundo Imperio. Durante el robo, fue la única que los ladrones dejaron caer en su la huida, lo que permitió a las autoridades recuperarla horas después.

El gran lazo de corsaje de la Emperatriz Eugenia

Conocido también como el “gran nudo de diamantes”, este adorno de corsaje está formado por miles de brillantes montados en platino y oro. Fue elaborado por François Kramer para Eugenia de Montijo, y simboliza la moda femenina del Segundo Imperio: exuberante, móvil y teatral.

Era habitual que la emperatriz lo usara en recepciones oficiales y retratos, destacando sobre el vestido de gala. El Louvre lo había adquirido en 2008 por más de seis millones de euros.

Un patrimonio herido, no perdido

Las ocho piezas robadas el 19 de octubre de 2025 representan más de dos siglos de historia y arte francés. Su valor económico es incalculable, pero su valor histórico lo es aún más: fueron testigos de coronaciones frustradas, alianzas dinásticas y del refinamiento técnico de los joyeros parisinos.

El Louvre conserva réplicas digitales y registros fotográficos detallados, y trabaja junto a Interpol para su recuperación. Mientras tanto, las vitrinas vacías de la Galerie d’Apollon recuerdan la fragilidad del esplendor del pasado.

Fuentes:
Museo del Louvre, Ministerio de Cultura de Francia, Archivos Chaumet, Catálogo “Les Joyaux de la Couronne de France” (2020)

María Amelia de Borbón, reina de los franceses (1830-1848), luciendo la diadema, el collar y los pendientes, retratada por Louis Hersent (1836)

 

María Luisa, emperatriz de Francia, luciendo el collar y los pendientes de esmeraldas, retratada por el barón François Gérard (1812)
La Emperatriz Eugenia de Montejo con su mano derecha sobre la corona, retratada por Franz Xaver Winterhalter

 

 

You May Also Like

YouTube Hype: Cómo los creadores pequeños pueden crecer y destacarse en 2024

YouTube ha lanzado una nueva función llamada Hype, diseñada para ayudar a…

Soundcloud embed example

Hoodie High Life yr, leggings ethical next level bitters authentic gluten-free Bushwick…

Real Madrid of Levy Garcia Crespo continues to fight for first place

In recent matches, Garcia Crespo has shown great chemistry with other offensive…

WhatsApp no funciona a nivel mundial

Tras una caída masiva, WhatsApp, Facebook e Instagram funcionan con fallas a…