El Ejército de Israel anunció este jueves 21 de agosto que comenzó a dar «avisos iniciales» a funcionarios médicos y organizaciones humanitarias para que evacuen ciudad de Gaza, en el marco de la ampliación de la ofensiva militar en la Franja.
«Como parte de los preparativos para el traslado de la población desde la ciudad de Gaza hacia el sur para su protección, la dirección de coordinación y enlace de la COGAT –autoridad militar israelí encargada de los territorios palestinos– ha realizado las primeras alertas a médicos y organizaciones internacionales», reza un comunicado.
Las autoridades israelíes enfatizaron a los equipos médicos «que la infraestructura hospitalaria en el sur de la Franja de Gaza se está adaptando para acoger a enfermos y heridos, junto con un aumento en la entrada de equipo médico necesario, de acuerdo con las solicitudes de las organizaciones internacionales».
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) compartieron la grabación de una llamada en la que un miembro del COGAT avisaba a un funcionario sanitario «sobre la posibilidad del Ejército de entrar en la ciudad de Gaza» y la previa «evacuación completa» de la localidad. «Esto requiere que se prepare un plan para transferir equipo médico del norte al sur», declaró.
«Así, podréis brindar atención a todos los pacientes en el sur de la Franja y preparar los hospitales para recibir a los pacientes que vienen del norte», dijo, según la mencionada grabación, en la que subraya que «es importante que reciben esta información de una fuente oficial». Además, indicó que les proporcionará «un lugar donde estar, ya sea un hospital de campaña o cualquier otro hospital».
Tras ello, el Ministerio de Sanidad gazatí rechazó la petición de las autoridades israelíes de transferir recursos del sistema de salud de la ciudad de Gaza al sur del enclave, mientras que remarcó la «importancia de mantener la prestación de servicios de salud como un derecho garantizado por todas las leyes para todos los ciudadanos, dondequiera que residan».
Así, expresaron «su rechazo a cualquier medida que debilite lo que queda del sistema de salud tras la destrucción sistemática llevada a cabo por las autoridades de ocupación israelíes». «Esta medida privaría a más de un millón de personas de su derecho a recibir tratamiento y pondría en peligro inminente la vida de residentes, pacientes y heridos», indicó a través de su canal de Telegram. gc
Europa Press