Israel inició un llamado masivo a filas de 60,000 reservistas en medio de planes para una posible ocupación de la ciudad de Gaza. El Gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu considera la ciudad un bastión clave del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El jefe del Ejército, Eyal Zamir, declaró que la ofensiva se intensificará y profundizará, y que «la guerra no se detendrá hasta que el enemigo sea derrotado». Sus palabras confirman que las fuerzas israelíes se preparan para entrar en zonas del enclave que no han pisado hasta ahora.
Cientos de reservistas se entrenarán en los próximos meses para unirse a la ofensiva contra la ciudad de Gaza, una operación denominada «Carros de Gedeón 2». El objetivo es desplegar al menos cuatro divisiones para reemplazar a las fuerzas regulares que se encuentran en el norte de Israel y en Cisjordania.
No todos están de acuerdo con la movilización. Un grupo de 300 reservistas se manifestó en Tel Aviv, criticando a Netanyahu y calificando la guerra como «ilegal». Las críticas internas en el sector militar han aumentado debido a la falta de efectivos y rotaciones, y recientemente se informó del suicidio de un soldado en una base del norte del país.
Por su parte, Netanyahu aseguró en un mensaje a las tropas que Israel está en una «etapa decisiva» de la ofensiva. «Lo que comenzó en Gaza debe terminar en Gaza», sentenció, reiterando que el Ejército ha logrado debilitar al «eje iraní» conformado por Hamás, Hezbolá y otros grupos.
La ofensiva de Israel, lanzada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, ha dejado más de 63,600 palestinos muertos, según las autoridades de Gaza. El llamado a reservistas indica una escalada significativa en el conflicto que ha generado un gran debate a nivel nacional e internacional.