Desde la Catedral de San Cristóbal, en el estado Tachira, feligreses y religiosos se congregan para despedir a monseñor Mario Moronta, obispo emérito de la región, cuyo cuerpo es velado en capilla ardiente, desde este lunes 4 de agosto.
De acuerdo a la Diócesis de San Cristóbal, una capilla ardiente es un espacio habilitado para velar y honrar a un difunto antes del funeral, donde se expone el cuerpo para que familiares, amigos y allegados puedan despedirse. El término «ardiente» proviene de las velas que tradicionalmente iluminaban el lugar.
Monseñor Moronta solicitó ser sepultado a los pies del Cristo del Limoncito, dentro del templo que fue su hogar espiritual durante décadas. Además, expresó el deseo de que su corazón reposara bajo la imagen del Santo Cristo de La Grita, reflejando su devoción hacia esta figura profundamente arraigada en el pueblo andino y en su ministerio episcopal.
La misa exequial está programada para el jueves 8 de agosto a las 10:00 de la mañana, donde se espera la masiva presencia de sacerdotes, autoridades eclesiásticas y feligreses que lo acompañaron durante su vida pastoral.
La iglesia católica ha hecho un llamado a los fieles para que mantengan viva su memoria a través de oraciones y Eucaristías, recordando así a quien, durante más de dos décadas, guió con firmeza y sensibilidad a su Iglesia local. Gc