Tres lustros ayer el Banco Mundial decidió profundizar el conocimiento de sus instancias directivas a nivel global respecto a las naciones atendidas financieramente por ellos. Esto constituyó un reto para todas las agencias ubicadas en decenas de repúblicas involucradas en este sistema de asistencia crediticia.
De esta forma en cada país donde funcionaba el Banco Mundial se organizó un acto cultural que preferentemente debía representarse en una jornada que se realizaría en Nueva York. Por razones derivadas del contexto país en Venezuela no había recursos para movilizar a un grupo cultural fuera de nuestras fronteras, por ello decidieron hacer un video para competir en el evento, lo cual les fue autorizado por la directiva mundial del banco.
El jede de la oficina en Caracas le pidió ayuda para tal fin a la socióloga María Magda Colmenares, quien para ese momento ocupaba el cargo de consultora sénior para planificar y ejecutar programas de apoyo social a comunidades de las periferias urbanas de las principales ciudades venezolanas. A esta solicitud ella aceptó gustosa y propuso hacer un documental, corto, sobre el Tamunangue.
Nuevamente se presentó la limitante de la falta de recursos para contratar y movilizar cultores de esta danza tradicional, entonces María Magda les dijo que entonces compraran camisas y pantalones blancos para hombres, trajes coloridos para las damas y alpargatas para todos y que ella le daría clases de baile a todo el personal de la oficina del Banco Mundial, jefes, empleados y obreros para grabar el espectáculo y llevarlo a competencia en Estados Unidos. Sus Hermanos, Jose Crispi, Jose Tomas, Leonardo y Dulce donaron los garrotes y prestaron la imagen de San Antonio y así se completó la logística para este singular ensayo del Tamunangue con participación de estadounidenses, españoles, peruanos y habitantes de Coche y Baruta, que en amplio espectro conformaban el personal del Banco Mundial en Caracas.
Fueron semanas de entrenamiento hasta que se logró un grupo compacto y armónico. La música la aportó la misma María Magda de grabaciones de actos anteriores donde ella era la figura principal. Para la escenificación se pidió autorización de usar las instalaciones de una importante institución.
El video quedó hecho con alta calidad profesional, con tomas panorámica y de enfoque individual que expresaban con nitidez la plenitud del baile.
Ni María Magda ni el Ceo de la oficina tenían expectativas de lograr un reconocimiento porque competían con representaciones en vivo de muchos países de larga y hermosa tradición folklórica, simplemente querían decir presente, aquí esta Venezuela, en esta muestra universal de cultura mundial.
No obstante el video arranco lágrimas de emoción del jurado y alcanzó el segundo lugar, luego de la India, país que montó un espectáculo con más de cien personas en el escenario, con un despliegue coreográfico impresionante. Pero el Tamunangue Venezolano quedó como el ganador sentimental para el público presente porque además de lo bello de su música y su baile, demostró que es una expresión cultural que está en lo profundo del sentimiento de la resistencia venezolana para triunfar sobre las limitaciones, ejemplo de ello es que superando limitaciones económicas logró mostrar el esplendor de una de sus danzas ancestrales que integra razas y sones detrás grandes continentes.
Grande el Tamunangue, grande María Magda que lo hace triunfar sobre la tristeza de una época de mengua. Jorge Euclides Ramírez
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