Está convirtiéndose en una práctica cada vez más común, que muchos beneficiarios de las bolsas o cajas CLAP intercambien algunos de los productos que éstas contienen, principalmente granos y arroz, por crema dental , jabón, champú o productos de limpieza.
Aunque algunos lo hacen por la necesidad de estos elementos de higiene, otros lo hacen porque no les gusta la calidad, sabor y hasta el aspecto, de productos como la harina de maíz, porque es amarilla; el arroz, porque se vuelve mazacote, o los espaguetis, que se ponen pegajosos y hasta se pega en las ollas, mientras que los granos resultan duros o el sabor no les agrada.
Eso es lo que se escucha en muchos hogares de sectores populares como San Benito, El Jebe, San Jacinto, San Lorenzo, Ruezga Norte y Ruezga Sur, al norte del municipio Iribarren, donde a pesar de su descontento hasta cierto punto, no devuelven las bolsas porque, en primer lugar las han pagado, en segundo lugar porque necesitan los demás productos, y tercero porque no quieren enfrentamientos con los encargados de las juntas comunales que terminen por sacarlos de las listas de asignaciones del beneficio.
Realidades según el sector
En San Benito, el CLAP llega cada dos meses, a veces hasta más, y cuesta Bs. 6. Las familias con las que conversó El Informador Venezuela dijeron que contienen 12 productos: 4 paquetes de harina de maíz, 3 de espaguetis, uno de azúcar y uno de café, 2 latas de sardinas, 1 mayonesa en bolsa, un paquetico de leche o, en su defecto, una bolsita de avena.
Aunque se los han ofrecido, hasta ahora el beneficio no ha traído proteínas, aunque en ocasiones sí se han hecho operativos sorpresas con venta de charcutería.
Quizá aquí el tema no sea la calidad de los alimentos, sino la denuncia de que algunos responsables de los CLAP venden por su cuenta los alimentos. Así lo sospechan porque no en pocas ocasiones, las bolsas se las entregan abiertas y les falta algún producto.
En El Jebe, San Jacinto, San Lorenzo y las dos Ruezga, sí está bastante extendida la práctica del canje, y muchos piensan que las decenas de paquetes de arroz y granos cambiados por artículos de higiene personal, terminan como alimento para animales.
Como en la comunidad anterior, ellos también han visto llegar sus bolsas abiertas e incompletas. Sostienen que esto es permanente y desconocen cómo o dónde reclamar.
Antonio Seijas
Foto (referencial): AP