El presidente de Brasil –todavía en funciones—, Jair Bolsonaro, partió en la noche de este viernes 30 de diciembre hacia la localidad estadounidense de Orlando, en Florida.
El mandatario brasileño se montó en su viaje en el avión presidencial a apenas 48 horas de que deba entregar el gobierno de su país al presidente electo, LuizInacio (“Lula”) da Silva.
Como es sabido, “Lula” asumirá su cargo este domingo, 1° de enero de 2023, para un mandato de cuatro años.
Y si bien Bolsonaro no explicó las razones de su viaje, poco antes de partir, el gobernante saliente dirigió un breve mensaje a sus seguidores, en el que les pidió no disminuir la fe, al par que les solicitóhacer una “dura oposición” al gobierno entrante.
Valga señalar que Bolsonaro había estado callado, prácticamente sin declarar a los medios, desde octubre pasado, cuando perdió,por un muy estrecho margen, las elecciones presidenciales con el líder izquierdista brasileño.
No dijo tampoco Bolsonaro cuándo regresaría al país, pero los entendidos suponen que deberá estar aquí, a más tardar, para el primero de enero mismo.
Pero, independientemente de todo eso, es bueno recordar que, aun cuando no lo dijo expresamente, ya Bolsonaro dejóver que no estará presente en la ceremonia de investidura de lo que vendrá a ser un tercer mandato de Lula.
Y ello porque, entre otras razones, si bien han sido todos los presidentes anteriores quienes les hanentregadoa sus sucesores la respectiva banda simbólica de mando, ello no parece como obligatorio en ninguna ley o reglamento brasileño.
Reinaldo Gómez