Las afecciones cardiovasculares en las personas adultas siguen siendo la causa principal de morbilidad, no solamente en Venezuela, sino en buena parte del mundo, “y en nuestro país se da el agravante del descuido de la gente en acudir a tratamiento, incluso el preventivo”.
La anterior manifestación provino del doctor Bartolomé Finizzola Celli, director médico fundador de la Asociación Cardiovascular (ASCARDIO) de Centroccidente, una de las organizaciones más reconocidas en esta entidad federal, y en todo el país, en cuanto a asistencia cardiológica se refiere.
En conversación con EL INFORMADOR VENEZUELA, el doctor Finizzola asevera que, “de paso, tenemos que lidiar asimismo con enfermedades de diferentes tipos, pero que inciden en la condición cardiovascular de cualquier persona, incluyendo afecciones crónicas degenerativas, tales como hipertensión, enfermedades coronarias, afecciones cerebrales, etc.”
–Pero, lo mismo ocurre con enfermedades infeccionas también relacionadas con la cuestión cardiológica, tales como mal de chagas, dengue, covid, etc.
Explica de seguidas Finizzola que, asimismo, para este diario combate a tales patologías, se requieren equipos tecnológicos e insumos de alto costo, lo cual, apunta, no deja de ser una traba importante para el buen desempeño del servicio.
Principal causa de muerte
Luego, enfatizando en una afirmación anterior, recalca el galeno que, en Venezuela, la principal causa de muerte en la mayoría de los adultos son la hipertensión arterial y sus derivados, o, en todo caso, las afecciones asociadas a la misma.
–Pero es que hay un detalle adicional preocupante –revela—, y lo es el hecho cultural de que el venezolano es muy descuidado con sus condiciones cardiovasculares, y son muy pocos los que están pendientes de chequearse en cuanto a ello. En otras palabras, ésa es la cultura del venezolano, lamentablemente.
El descuido
Y, respecto a lo anterior, enfatiza:
–Mira: Hay venezolanos que son hipertensos, pero no lo saben, por la sencilla razón de que no se hacen, o de que incluso nunca se han hecho, un chequeo cardiovascular, y otros que, aún sabiéndolo, tampoco acuden a tratamiento, por diversas razones, entre ellas, por supuesto, la razón económica.
Marcapasos
Ante una pregunta, destaca que el implante de marcapasos es una modalidad que ha ido fortaleciendo el tratamiento cardiovascular, ”y que tampoco deja de ser costosa, por supuesto”.
–Por cierto, en ASCARDIO –señala–, en alianza con el hospital “Luis Gómez López”, hemos colocado unos cuantos de ellos.
¿Cómo es el mecanismo para el paciente aquí en ASCARDIO?
–Mira, aquí, al paciente, paralelamente al chequeo de salud, se le hace un estudio social, tras lo cual es entonces cuando el paciente aporta de acuerdo a sus posibilidades económicas.
“Inventando y trabajando…”
Le comentamos a nuestro interlocutor que tanto los equipos como los insumos cardiológicos son extremadamente costosos, respecto de lo cual le preguntamos cómo, o de qué manera, ha podido sostenerse ASCARDIO, y responde:
–Bueno, muy sencillo: Inventando y trabajando. Trabajando duro. No hay otra fórmula. Trabajo en equipo. Constancia. Voluntad de servicio. Y un propósito definido de superar las adversidades que se nos presenten, y que se nos presentan a diario, como ocurre en todas partes del mundo.
El servicio cardiológico más grande del país
También contestando a otra pregunta, Finizzola asevera que “en este momento, somos el servicio de cardiología más grande de Venezuela, y estamos ya ofreciendo servicio cardiovascular en todo el Estado Lara, tanto en áreas rurales como periféricas urbanas”.
Por cierto, valga recordar a nuestros millares de lectores que la sede de ASCARDIO está ubicada en la carrera 18 con la calle 12 de Barquisimeto.
En cuanto a cómo se han desenvuelto con el problema de la deserción del recurso humano, expresa nuestro entrevistado que, ciertamente, ha habido alguna deserción, “pero te diré que la mayoría de nuestra gente se ha quedado aquí, apostando a seguir prestando cada vez un mayor y mejor servicio, con todo y las adversidades que pueda haber en el camino” (RG).