El aumento de la producción de alimentos es algo positivo para el productor agropecuario, pero la inflación no ayuda porque perjudica el bolsillo del consumidor.
Edison Arciniega el presidente del Centro de Estudios Agroalimentarios expresó que Venezuela está bendecida por la Madre Naturaleza, porque este año ha llovido mucho, y el agua abundante ha favorecido los suelos y los cultivos.
Indicó que “esto nos ha permitido sembrar con la misma intensidad durante todo el año”, pero a la vez refirió que existen falencias u ocurren errores por la inseguridad jurídica. Dijo que cerca 800.000 hectáreas están afectadas por conflictos activos por la propiedad.
“Un segundo problema que tenemos es el relativo a la escasez de financiamiento, que responde a la política de contención inflacionaria, que mantiene alta la tasa del encaje legal”, incluso orientada a que no se activen las bicicletas de presión inflacionaria, “clásica y ortodoxa de control de la inflación”.
Se inclinó en que debe haber una estrategia de construcción de confianza integral, que permitirá poder “disminuir el encaje sin tener que subir los intereses, que sería otra política para contener la inflación”.
Dijo que se necesitan entre 1.500 y 1.800 millones de dólares por ciclo en apalancamiento financiero, sólo para la agricultura, y se precisan de otros 2.000 millones más para el resto del sector. “Para todos no hay ni 1.000 millones de dólares en financiamiento”, un obstáculo que no es ajeno al resto de la economía.
Explicó que la producción de alimentos hay que verla como una cadena, desde los insumos hasta la comercialización. Aclaró que se trata del segundo gran componente de la economía nacional y genera una quinta parte de los puestos de trabajo en el país, por lo que debe mirarse como un rubro importante para robustecer y estabilizar el mercado.
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Si se siembra en abundancia se recoge buena cosecha