Diosdado Cabello, secretario general del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), cuestionó el lunes 27 de octubre, la «posición» de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), ante las «amenazas» de Estados Unidos contra el país caribeño.
“La Conferencia Episcopal de las Antillas se manifestó contra los intentos de agresión a Venezuela. La de aquí (Conferencia Episcopal Venezolana) no dice nada. Pareciera que alguien le vendió la idea de que las bombas solo afectan a los chavistas”, expresó Cabello durante rueda de prensa de la tolda roja.
El también ministro de Interior Justicia y Paz, recordó que la posición de la Iglesia «no es nueva» y la relacionó con su comportamiento durante el golpe de Estado del 11 de abril de 2002. “Son los mismos que firmaron el decreto, que fueron a La Orchila a decirle al Comandante Chávez que debía irse. No han cambiado”, afirmó.
A su juicio, la actitud de la jerarquía ecleciástica responde a intereses alineados con Estados Unidos. “Intentaron sabotear la canonización de José Gregorio Hernández, aquí y en Roma. Pero la fe del Pueblo pudo más”, sostuvo.
“Ellos creen que tienen un poder divino que no les va a pasar nada. Sus intereses están alineados con los del imperialismo”, concluyó.
La declaración de Cabello, se produce luego de que el pasado sábado el cardenal Baltazar Porras denunciara que se le impidió viajar al estado Trujillo para presidir una misa de acción de gracias en el santuario de José Gregorio Hernández, en Isnotú, con motivo de su reciente canonización.
Porras denunció que desde la noche del viernes comenzaron maniobras para obstaculizar su traslado, incluyendo la suspensión de su vuelo por parte de la aerolínea estatal Conviasa y un despliegue militar en el aeropuerto de Barquisimeto que le impidió continuar el viaje. “Nos trataron como si estuviéramos tramando algo. Me pregunto cuál es el delito que he cometido para que no me permitan presidir una misa”, expresó el prelado.