Mañana, el mundo mira al Vaticano, pero el corazón de Venezuela late con una emoción incontenible en Isnotú, estado Trujillo. Esta tierra sagrada, cuna de nuestro amado José Gregorio Hernández, vive horas de profunda anticipación y fervor. El pueblo se ha vestido de gala y oración, con altares y vigilias, listo para ver a su hijo más ilustre, el «Médico de los Pobres,» ser elevado a la gloria de los altares de la Iglesia universal.
La preparación en Isnotú y en todo Trujillo ha sido profundamente espiritual, marcada por misas, rosarios y una gratitud inmensa. Es un momento que trasciende lo religioso, consolidándose como un acto de profundo orgullo nacional. La comunidad se reúne para honrar la vida de un hombre que dedicó la ciencia, su tiempo y su caridad heroica al servicio de los más necesitados, convirtiéndose en el más grande ejemplo de laico santo de Venezuela.
Mañana, domingo 19 de octubre, toda la nación se une para presenciar la ceremonia de canonización. El orgullo es doblemente venezolano, ya que la Madre Carmen Rendiles, desde Caracas, también será inscrita en el Catálogo de los Santos. Dos vidas ejemplares que confirman la vocación de santidad de nuestro pueblo.
Que este amanecer histórico nos encuentre unidos en la fe. Desde Isnotú, el pueblo natal de nuestro beato, se elevan las oraciones al cielo, celebrando el triunfo del servicio y la humildad.
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¡Viva San José Gregorio Hernández y la Madre Carmen!
Foto: Noticia Al Día
