El presidente de Argentina, Javier Milei, salió al paso de las graves acusaciones de corrupción que lo vinculan, a él y a su hermana Karina Milei, con un supuesto esquema de sobornos. En sus primeras declaraciones sobre el escándalo, Milei negó rotundamente las acusaciones y afirmó que llevará el caso a la justicia para demostrar que son «mentira».
El escándalo se desató tras la filtración de unos audios en los que Diego Spagnuolo, exfuncionario de la Agencia de Discapacidad, describe un sistema de «recaudación ilegal» que supuestamente involucra a los hermanos Milei y a otros funcionarios. La denuncia formal presentada ante la Fiscalía acusa a los implicados de «cohecho, administración fraudulenta y negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones públicas».
Las grabaciones, filtradas por el canal de streaming Carnaval, implican además al asesor de Karina Milei, Eduardo ‘Lule’ Menem, y al dueño de la empresa farmacéutica Suizo Argentina, Eduardo Kovalivker. A pesar de la contundencia de las pruebas presentadas en la querella, el gobierno argentino insiste en que todo es una «operación» política.
Milei hizo estas declaraciones durante un acto electoral en Lomas de Zamora, subrayando que el escándalo es un intento de perjudicar al oficialismo de cara a las próximas elecciones. La polémica sigue escalando, y la batalla ahora se traslada a los tribunales, donde el presidente buscará desmentir las graves acusaciones en su contra.