El presidente Donald Trump ha recurrido a afirmaciones falsas y cifras distorsionadas sobre criminalidad en la capital estadounidense para respaldar su decisión de asumir el control federal de la policía local y desplegar tropas de la Guardia Nacional. La medida, anunciada el 11 de agosto, supone un ejercicio extraordinario de autoridad sobre una ciudad estadounidense y ha desatado un intenso debate político y legal.
Según una investigación publicada el 12 de agosto por el New York Times, Trump exageró las tasas de homicidios y delitos juveniles en Washington, dibujando un panorama de “caos y violencia descontrolada” que no coincide con los registros oficiales. Durante una conferencia de prensa, tanto el presidente como la fiscal federal Jeanine Pirro citaron datos inexactos para justificar la intervención.
Trump afirmó, por ejemplo, que la tasa de homicidios en 2023 fue la “más alta probablemente de la historia”, con 40,4 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, los datos históricos muestran que el récord se alcanzó en 1991, con más de 80 por cada 100.000 —casi el doble—, y que desde entonces las cifras han caído drásticamente: un 32% en 2024 y con una tendencia a la baja en 2025.
El mandatario también presentó un gráfico procedente de Fox News, compartido por el vicepresidente JD Vance, que situaba a Washington como la capital con mayor tasa de homicidios en el mundo. El gráfico, basado en datos de 2023, omitía ciudades con índices muy superiores como Puerto Príncipe, Ciudad del Cabo o Kingston, y pasaba por alto que al menos 47 urbes con más de 250.000 habitantes —incluyendo seis estadounidenses— registraban tasas más altas.
En materia de delincuencia juvenil, Trump volvió a exagerar. Aunque los arrestos de menores aumentaron de 1.400 en 2021 a 2.200 en 2023, en 2024 descendieron a 2.000 y se mantienen por debajo de los niveles pre pandemia. Pirro, por su parte, describió el sistema de justicia juvenil como indulgente, aludiendo a supuestas “fiestas de helados y yoga” en tribunales, pero omitió que el 84% de los delitos violentos cometidos por menores en 2024 fueron procesados por la fiscalía local y que casi la mitad de los arrestos terminan en detención preventiva, una proporción superior a la media nacional.
Datos oficiales desmienten la narrativa de crisis
Fuentes del Departamento de Policía Metropolitana (MPD) confirman que la criminalidad violenta en D.C. se encuentra en mínimos de las últimas tres décadas. Hasta el 13 de agosto de 2025, las estadísticas son claras:
| Categoría | 2025 (YTD) | 2024 (mismo período) | Variación |
|---|---|---|---|
| Homicidios | 100 | 113 | -12% |
| Delitos violentos | 1.590 | 2.150 | -26% |
| Delitos contra la propiedad | 14.232 | 14.892 | -4% |
| Delitos totales | 15.822 | 17.042 | -7% |
En 2023, durante el repunte post pandemia, la capital registró 274 homicidios; en 2024, la cifra cayó a 187. El analista Jeff Asher, consultor en criminalidad con sede en Nueva Orleans, asegura que la tasa actual es comparable a la de 2019.
Organismos de verificación como FactCheck.org y Associated Press han desmontado varios de los argumentos presidenciales, señalando, por ejemplo, que los secuestros de vehículos se han reducido un 75% desde junio de 2023.
Reacciones divididas
En redes sociales, el anuncio ha polarizado posturas. El sindicato policial de D.C. respalda la medida como respuesta a la escasez de personal —faltan unos 500 oficiales—, aunque cuestiona el uso político de las cifras. La alcaldesa Muriel Bowser la considera “inquietante e inédita” y advierte que no existe una emergencia real.
Medios como CNN y Al Jazeera advierten que esta intervención podría repetirse en ciudades como Chicago o Los Ángeles, apelando al Acta de Autogobierno de 1973, que permite al presidente asumir el control policial en “condiciones especiales de emergencia”. Expertos como Eduardo R. Ferrer, de la Universidad de Georgetown, critican la caracterización de Pirro sobre el sistema juvenil, recordando que hay denuncias de abusos y hacinamiento en centros de detención.
Un precedente con implicaciones democráticas
Esta acción encaja en un patrón discursivo de Trump que combina alarmismo y ataques a bastiones liberales. Aunque el Acta de Autogobierno otorga la autoridad legal para intervenir, figuras como Eleanor Holmes Norton alertan que la medida erosiona la autonomía de D.C., que no cuenta con representación plena en el Congreso.
La intervención incluye el despliegue de 800 miembros de la Guardia Nacional y 500 agentes federales, con operaciones de patrullaje y desalojo de campamentos de personas sin hogar.
Foto: Xinhua web