Una importante vía rural que conecta a más de 10 caseríos desde Tamaca hasta la vía de Yaritagua, en la zona de Cordero, se encuentra en un avanzado estado de deterioro, afectando significativamente la vida de sus habitantes. La situación se agudizó tras la construcción de la urbanización Alí Primera, cuando los promotores prometieron reparar la carretera que sería dañada por el constante paso de camiones. Sin embargo, esta promesa nunca se cumplió.
Esta carretera es vital para las comunidades de la zona, cuya economía depende principalmente de la agricultura. El deterioro de la vía ha provocado una drástica disminución del transporte público; de la gran cantidad de vehículos que solían transitar, ahora solo quedan unos pocos carros y, en su mayoría, mototaxis. El transporte público apenas pasa una o dos veces al día, lo que dificulta enormemente el traslado de los residentes y la salida de sus productos agrícolas.
A pesar de ser una vía con mucho tráfico y una densa población, la falta de mantenimiento ha hecho que los conductores de transporte público se nieguen a adentrarse en ella. Esta situación obliga a los habitantes a depender cada vez más de los motorizados.
Los caseríos afectados, Romeral I, Romeral II, Romeral III, Tamaquita, Las Tunas, Las rurales, El banco, Potrero, Laguna de paja, Cordero, Corderito, Palmita Nonavana y Cordero, viven una difícil realidad debido a la infraestructura vial. La urgencia de la reparación de esta carretera es evidente para mejorar las condiciones de vida y el desarrollo económico de estas comunidades agrícolas.
