El estado Lara requiere 500 megavatios de energía eléctrica, pero únicamente se generan 100 megavatios a través de plantas termoeléctricas, lo que lo hace dependiente en un 96,7% del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), según indicó Julio Gutiérrez, presidente del Colegio de Ingenieros del estado Lara (CIEL).
Como resultado, se registran frecuentes interrupciones del servicio eléctrico que pueden extenderse por períodos de cuatro a cinco horas.
La planta termoeléctrica Argimiro Gabaldón, situada en Cabudare, municipio Palavecino, cuenta con una capacidad de generación de 190 megavatios; no obstante, actualmente está inoperativa, según señala Gutiérrez.
En marzo de 2022, el ministro de Energía Eléctrica en ese momento, Néstor Reverol, llevó a cabo una inspección en la mencionada planta termoeléctrica y afirmó que pronto comenzaría a funcionar, reseñó El Informador Venezuela.
Por otro lado, detalla el presidente del CIEL, que la planta Termoeléctrica Barquisimeto ubicada en la Zona Industrial de la ciudad, con una capacidad para generar 60 megavatios, actualmente solo produce 15 megavatios. Esta última es la que sostiene el suministro eléctrico hacia el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (HCUAMP).
Fluctuaciones de voltaje
La población no solo se ve afectada por el racionamiento eléctrico, sino también por las intensas fluctuaciones, las cuales se han vuelto cada vez más frecuentes últimamente y los usuarios acusan daño de electrodomésticos.
Según Gutiérrez, las fluctuaciones de voltaje también son resultado de la inestabilidad que afecta al Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Señala que esto ocurre porque la generación eléctrica del país está altamente comprometida debido a la paralización de las plantas termoeléctricas.
Además, no se está realizando el mantenimiento adecuado, lo que está llevando a una sobrecarga en la generación hidroeléctrica con el objetivo de cubrir la demanda nacional, estimada en aproximadamente 12.500 megavatios, dijo.
En el país se tienen dos tipos de generación eléctrica: termoeléctrica e hidroeléctrica, ambas deben trabajar de manera conjunta para poder cubrir la demanda nacional, ninguna puede sola, de allí es que proviene la inestabilidad del SEN, explicó.
Un ejemplo claro es el estado Zulia, donde el 90 % de la demanda energética solía ser abastecida por las plantas termoeléctricas Ramón Laguna, Rafael Urdaneta y Termozulia, que en conjunto alcanzaban una capacidad de generación de 1.900 megavatios. Actualmente, estas plantas operan al mínimo de su capacidad, lo que ha llevado a que el Zulia enfrente racionamientos eléctricos de casi 6 horas al día y, en algunas zonas, hasta 8 horas, finalizó el ingeniero.
Afecta la calidad de vida
Los usuarios, entre ellas Celina Meléndez, afirman que con las constantes interrupciones del servicio eléctrico afecta su calidad de vida. Los alimentos se dañan. A veces, cuando corresponde el suministro de agua no hay electricidad y no se puede almacenar agua, y se tiene que comprar al “tanquero” alterándose el ya menguado presupuesto.
Además, de las fluctuaciones de voltaje que dañan los electrodomésticos, acusó una señora quien se identificó como Celina Meléndez.
También perjudica el desempeño laboral de las empresas, porque no se publica el horario del Plan de Administración de Carga (PAC) como lo denomina Corpoelec, acotó.
Entretanto, el Gobierno Nacional en diversas oportunidades ha denunciado sabotaje contra el SEN. ac
