Los vuelos directos entre Venezuela y Estados Unidos son «una necesidad» para todos los sectores del país, incluso las sanciones impuestas por la nación norteamericana ha degradado a la suramericana a la categoría 2 de su programa de seguridad operacional de la aviación internacional.
Es lo que han expresado empresarios, políticos y especialistas en el área aeronáutico, que en caso de lograrse un acuerdo generaría beneficios comerciales, culturales, educativos y de salud. Pero los vuelos directos entre Caracas, Valencia, Maracaibo, Miami y Georgia disminuyeron desde 2014, con el inicio de la crisis económica venezolana.
Rodolfo Ruiz, abogado especializado en asuntos aeronáuticos de la firma internacional Clyde & Co., indicó que la conexión aérea directa entre EEUU y Venezuela fue hasta 2019, y era «muy alta». Pero la interrupción se debió a «un asunto político».
El jurista añadió que «este es un tema estrictamente técnico, con ese nivel de categoría 2 en el plano de seguridad operación de la aviación internacional, sólo las aerolíneas estadounidenses podrían volar a Venezuela y no las locales hacia o desde Estados Unidos».
Carlos Fernández el presidente de Fedecámaras expresó que el cierre de la comunicación aérea «ha sido un hecho muy lamentable para ambos países. Son relaciones históricas, casi 100 años de interconexión aérea por la profunda relación cultural, comercial y humana que existía entre ambas naciones», agregó.
El dirigente empresarial afirmó que de haber esa conexión aérea directa, la importación de materia prima, tecnología y equipos para el sector industrial venezolano «sería más expedita», prácticamente sin obstáculos dejó ver. «Es menester que muchas de esas mercancías lleguen más rápido y con condiciones de cuidado que sólo la vía aérea garantiza», le declaró a la Voz de América (VOA).
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Las conexiones áreas garantizan progresos
