Definitivamente, en lo que resta de este año 2022, ya no hay tiempo ni condiciones socio-económicas para la firma de la tercera convención colectiva de trabajo tanto de docentes como de empleados administrativos y de obreros educacionales.
De esa forma se expresó telefónicamente Euribíades Verdú, presidente nacional del Colegio de Profesores de Venezuela (CPV), al ser consultado concretamente sobre la materia por el equipo periodístico de EL INFORMADOR VENEZUELA.
Visto bueno
Comenzó Verdú por recordar que, concretamente para el día 26 de octubre de este mismo año, ya se tenía sobre la mesa de discusiones –que llevan ya alrededor de año y medio, por cierto— un proyecto de contrato colectivo de trabajo que contaba en principio con el visto bueno de ambas partes.
Y recordó igualmente que, en dichas conversaciones, participaron incluso la propia vicepresidenta ejecutiva de la república, Delcy Rodríguez, y los ministros de Educación, Yelitze Santaella, y del Trabajo, Francisco Torrealba.
–Pero, ¿Qué pasó? Pues simplemente que el gobierno le empezó a dar largas y largas al asunto, sin firmarla, hasta que ahora hemos llegado a este momento, sin que haya habido firma del contrato.
–Y ahora resulta que, en este momento, hay una nueva realidad socio-económica. ¿Y cuál es..? Pues nada menos que, para el 26 de octubre, el dólar estaba, si mal no recuerdo, a ocho o nueve bolívares, mientras que, en este momento, ya casi llega a los 16 bolívares.
Desfasado
–Todo eso quiere decir –precisó de seguidas el declarante– que lo que se había conseguido en ese proyecto de contrato colectivo ya está desfasado totalmente por la hiperinflación que, a pasos agigantados e indetenibles, vive el país. Es decir, a ese proyecto de convención colectiva de trabajo ya se lo tragó la hiperinflación.
Agregó que, de paso, la misma Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugiere que no es recomendable, obviamente, firmar contratos colectivos en épocas de grandes crisis económicas.
¿Y si al gobierno se le ocurriese firmar ese proyecto tal como está concebido, es decir, como se presentó en octubre pasado?
–Pues sencillamente no lo firmaríamos.
¿Tirarán la toalla?
Ahora bien –volvemos a preguntarle –, ¿Ustedes van a tirar la toalla, mantendrán la lucha, o llamarían a acciones de conflicto?
–Mira –respondió–, en este momento, por muchas razones, las condiciones socio-laborales no están dadas para plantear una situación conflictiva.
–Eso sí: Los gremios que estamos incluidos en las conversaciones, y que no somos afines al gobierno, no vamos a tirar la toalla, sino que vamos a mantener nuestra lucha, en reclamo permanente.
—Y esa lucha no será solamente por la firma de un contrato colectivo de trabajo reactualizado, sino también por el resto de las reivindicaciones de las que hemos sido despojados, tales como HCM, IPAS-ME, servicio funerario, el 280 por ciento de incrementos salariales que nos deben desde el año 2018, y otras más.
Reinaldo Gómez