Este martes 28 de junio, un funcionario de alto rango de la Casa Blanca, informó que el G7, se comprometió a destinar 5.000 millones de dólares para abordar la inseguridad alimentaria originada por la operación militar rusa en Ucrania.
De esa cantidad, un poco más de la mitad, 2.760 millones de dólares será aportada por Estados Unidos para respaldar los esfuerzos en casi medio centenar de países y a organizaciones regionales, dijo la fuente en una llamada con periodistas.
El funcionario precisó que la aportación estadounidense se dividirá en 2.000 millones de dólares «para salvar vidas con intervenciones humanitarias directas y 760 millones que serán para asistencia alimentaria a medio y corto plazo para ayudar a mejorar la resiliencia y la productividad de los sistemas de alimentos en el mundo, sobre todo en regiones vulnerables».
La fuente gubernamental de EE.UU. culpó al presidente ruso, Vladímir Putin, de «la vulnerabilidad» que se está viendo en distintas partes del planeta en lo que respecta a la seguridad alimentaria.
«Sus acciones han estrangulado la producción alimentaria y agrícola, ha usado la comida como arma de guerra», indicó el funcionario, que citó como ejemplos la destrucción de almacenes agrícolas en Ucrania por parte de Rusia, así como el robo de grano y el bloqueo de los puertos ucranianos.
La fuente afirmó que, de acuerdo a sus estimaciones, hasta 40 millones de personas han sido empujadas a la pobreza en 2022 «como resultado de la guerra de Putin en Ucrania y sus efectos secundarios, especialmente, en lo referente a la seguridad alimentaria en el mundo».
La crisis alimentaria derivada del bloqueo ruso al trigo ucraniano ha sido uno de los temas abordados por los líderes del G7 (EE.UU., Alemania, Francia, Italia, el Reino Unido, Canadá y Japón) y de la Unión Europea, que culminarán este martes la cumbre que han mantenido en el castillo de Elmau, en Baviera (Alemania).
Fuente: Unión Radio