Un pan de jamón en cualquier parte del interior del país cuesta más que el sueldo mínimo de 130 bolívares u 8,3 dólares, pero quien tiene sólo ese ingreso sencillamente no lo puede comprar.
Ese pan de jamón, una tradición como la hallaca en la mesa navideña del venezolano, vale 12 dólares o 186,84 bolívares en otros lugares, que lamentablemente varias familias no lo van a poder adquirir por el escaso poder adquisitivo.
Ese pan, relleno con jamón, tocineta, aceitunas y pasas, son inalcanzables para muchas personas en panaderías y supermercados, aquellas que viven de un empleo o son pensionados, porque en realidad el sueldo mínimo apenas puede cubrir la compra de un pan en 8,3 dólares, pero no el de 12 dólares en virtud de estar por encima de los 130 bolívares.
Con información de El Pitazo