La llegada a aguas venezolanas del buque tanquero griego Aframax Minerva Zoe, de bandera griega y fletado por la petrolera italiana Eni, era la prueba para corroborar que los rumores sobre una relajación de las sanciones por parte de Estados Unidos a Venezuela eran verdaderas.

Ya no se trata solo de declaraciones de alguna vocería estadounidense. La llegada del mencionado buque petrolero, es un hecho al que no le caben muchas interpretaciones: las petroleras europeas están retomando su abastecimiento en los terminales venezolanos.

La crisis energética ocasionada por el conflicto bélico en Ucrania hace que el Viejo Continente, pida a EEUU, paliar la «sensación de inseguridad» en torno a la escasez y los altos precios del petróleo para la refinación de combustibles y derivados, por lo que necesitan nuevas fuentes de abastecimiento.

La llegada del barco ocurre sin una explicación política por parte de los gobiernos de Europa y los Estados Unidos que aplicaron las sanciones durante varios años.

Que sea una empresa italiana, Eni, quien inaugura el nuevo «estatuto legal internacional» del país, tampoco es casual. El Gobierno italiano fue uno de los pocos en Occidente que no se plegó a la narrativa de EEUU.

Venezuela se presenta como una fuente geográficamente estratégica para solventar algunos de los inconvenientes energéticos del viejo continente, como lo viene haciendo con algunos países de Asía, sin embargo debe buscar aumentar la producción que disminuyó en mayo y cumplir con la meta fijada por el gobierno.

Fuente: El Universal