La sonda lunar de Japón, conocida como SLIM, ha logrado recuperar energía nueve días después de aterrizar de manera inusual en la Luna. El contacto con el aterrizador SLIM se restableció el domingo pasado, gracias a un cambio en la orientación de la luz solar que permitió que los paneles solares recargaran la batería de la sonda.
SLIM aterrizó cerca de su objetivo, pero problemas con el motor durante el descenso provocaron que quedara boca abajo, incapaz de recargar adecuadamente sus baterías solares. Sin embargo, la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón (JAXA) anunció el lunes que la comunicación con la nave espacial se había restablecido y que las operaciones para investigar los orígenes de la Luna se han reanudado.
JAXA había anticipado que un cambio en la dirección de la luz solar podría permitir que la batería de la sonda se recargara desde los paneles solares angulados. Aunque no se sabe cuánto tiempo durará esta energía, JAXA había señalado previamente que SLIM no estaba diseñado para sobrevivir una noche lunar, que ocurrirá nuevamente el jueves.
La misión de SLIM enfrentó problemas con su posición de aterrizaje debido a un fallo en uno de sus motores principales, lo que provocó que se volcara. Sin embargo, este aterrizaje suave convierte a Japón en la quinta nación en lograr aterrizar una nave espacial en la Luna, uniéndose a Estados Unidos, China, India y la antigua Unión Soviética, según Reuters.
A pesar del percance, la misión de SLIM fue considerada un éxito por JAXA después de aterrizar dentro de los «sin precedentes» 180 pies de su objetivo, lo que demuestra la efectividad de la tecnología de aterrizaje preciso basada en la visión, una herramienta valiosa para avanzar en la exploración lunar.