Vecinos de las comunidades de Los Cerrajones y Francisco Tamayo, al oeste de Barquisimeto, acusaron a través de redes sociales que permanecieron siete horas sin servicio eléctrico este martes y miércoles, respectivamente, sin que Corpoelec ofreciera explicación.
Por otro lado, Rubén Hurtado, miembro del Movimiento unidos por el agua y derechos a servicios públicos, subrayó que la Ley de Servicio Eléctrico obliga a la empresa a publicar los horarios de corte del servicio. Sin embargo, prevalece el factor sorpresa.
En tal sentido, exhorta a entes gubernamentales a ”girar la mirada y ver que se ha dejado de hacer”, porque en los últimos 25 años el deterioro de los servicios públicos es evidente sobre todo electricidad y agua, al destacar que sin estos “no hay ciudad, no hay ciudadanía, no hay sociedad y no hay desarrollo, y por tanto urge atención”.
En sus palabras, abordar el problema de los servicios públicos implica, primero mejorar el recurso humano e invertir porque cuando el mantenimiento se ejecuta fuera de tiempo pasa por la etapa de reponer. Además, debe haber una consciencia de Estado, de que debe mantener.
Transparencia en el manejo financiero
El también asesor del Consejo Consultivo de la Ciudad. mencionó que en una oportunidad el Gobierno Nacional destino recursos financieros de “emergencia” para solventar el problema eléctrico que padecen los venezolanos. Sin embargo, esa categoría de “emergencia” lo que sirvió fue para que cayera en manos inescrupulosas, porque las contrataciones se hicieron sin licitación, sin comparar precios ni calidad.

Por esa razón, hizo énfasis en que las inversiones deben ser vigiladas, todo debe hacerse sujeto a los procesos lo citatorios para la gestión transparente de los servicios públicos, refirió.
Yacambú-Quíbor
En cuanto al servicio de agua potable, la situación no es menos preocupante. Un ejemplo claro es el estado actual de la represa Yacambú-Quíbor que -según Hurtado- terminó siendo desmantelada, transformada y finalmente vendida como chatarra.
Los 24 metros de túnel necesarios para dar continuidad a la obra y permitir el bombeo del agua generada durante el proceso constructivo también ha sido desmantelados, aseguró.
Consultado sobre la factibilidad de retomar este megaproyecto hidráulico, señaló que sería necesario evaluar los estudios preliminares. Estos podrían abrir la puerta a una integración con la represa Dos Boca, otra alternativa propuesta, para analizar si la combinación de ambos proyectos sería viable.
Rememoró que el proyecto Yacambú-Quíbor fue elaborado con la asesoría de expertos en el área, pero -según él, se designó a gente no competente para gestionarla. AC

