El Natalicio del Maestro Rafael Miguel López
“Barquisimeto mío donde naciera un día
en una casa vieja y en un diciembre frío
tu guardas mis amores romance y tradición
son tus mujeres flores que dan inspiración”
Con este fragmento de la pieza “Barquisimeto Mío” del maestro Rafael Miguel López, hemos comenzado la entrega de hoy de Reseña de la Añoranza, dedicada a su natalicio, pues nació en nuestra urbe crepuscular un 18 de diciembre de 1907, “en una casa vieja y en un diciembre frío” detrás de la iglesia de La Paz en la acera este de la actual calle 29 entre carrera 16 y 17, como bien no lo relatara don Luis Valera, primo hermano de Rafael Miguel, lo que recordaba vivamente al evocar aquel emocionado instante familiar, cuando Luis contaba con siete años.
“Tú guardas mis amores, romance y tradición”, nos dice el maestro Rafael Miguel López en su canción y entre estos su padre Miguel Ángel López y su madre Olimpia Valera de López, con quienes se impregnó de música y musicalidad, pues su padre tocaba cuatro y su madre tocaba guitarra y cantaba y en su entorno urbano fluía la música como de un mágico surtidor, el mismo que estaba en la hoy Plaza Wohnsiedler y al cual acudía la gente para hacerse del preciado líquido, siendo la esquina frente a esa placita, la residencia de los Lucena, en el ángulo suroeste de la carrera 16 con la calle 29 de nuestros días. Un poco más allá en la esquina sureste de la carrera 16 con la calle 30, don Teodosio Ademes, miembro fundador de la entonces Banda Mavare, creada por Miguel Antonio Guerra, cuya residencia estaba en la mediación de la acera sur de la carrera 17 entre calles 27 y 28 y por la carrera 16 entre 27 y 28 Virgilio Teodoro Valera, excelente violinista y compositor, primeo hermano de Rafael Miguel, porque en la carrera 18 con l calle 28 estaba la robusta casa del Dr. Simón Wohnsiedler, pianista y compositor exquisito, elogiado por José Antonio Calcaño en el libro “La Ciudad y su Música” de 1959, cuando en el mismo habla de “El imperio del vals”
Era un Barquisimeto pequeño, bucólico y gentil, donde la proximidad enraizaba amistades con respeto y cordial camaradería, era un Barquisimeto de calles empedradas con aceras de lajas y angosta calzada, de allí que en la letra de su pieza “Añoranza” el maestro Rafael Miguel López nos dice: “… en este pueblo de ayer, de calles empedradas y lindo atardecer (…) quisiera yo evocar el pueblo aquel donde nací, quisiera traer a mi aquel Barquisimeto que se fue…”
Hoy ese Barquisimeto que se fue, comienza a retratarse en esta crónica con sus “…crepúsculos que brilla en el poniente como una tradición de la tierra larense, de tuna y cardonal y alma musical…” como muy bien lo compuso el recordado maestro, para rematar diciéndonos “…que bello es contemplar el crepúsculo nuestro…”, crepúsculo cuyo esplendor en el año de 1913 abrió sus puertas el Colegio La Salle de Barquisimeto, que en 1916 estrenaba sede propia en el imponente edificio de la carrera 14 entre las calles 28 y 29, donde ingresará el adolescente Rafael Miguel López, gracias a la alianza hecho por su padre con el Hermano Juan del Colegio y es que, don Miguel Ángel López, era barbero cuyo modesto oficio no le permitía pagar la matricula de sus hijos Rafael Miguel y José Antonio López Valera, por lo cual le propuso al Hermano Juan, ser el barbero del Colegio y en efecto así se resolvió, don Miguel Ángel López pasó a ser el barbero oficial de la institución educativa que contaba con alumnos internos, semi-internos y externos y todos se cortaban el cabello allí, en el ángulo noroeste de la imponente edificación, donde los hermanos dispusieron el Salón de Barberia, según nos lo comentó en una oportunidad el Dr. Carlos Zapata Escalona, quien como alumnos paso su cabeza por la tijeras del padre de Rafael Miguel.
En el Colegio La Salle, bajo la acertada instrucción del Hermano Luis Eduardo, aprendió teoría y solfeo de la música, para al poco tiempo ser seleccionado entre los alumnos que fundaron la Banda del Colegio La Salle en 1920, como lo atestigua la fotografía tomada al efecto. Así se dio inicio a la formalidad de la inquietud musical que de manera natural había desarrollado en casa con su padre y con su madre. Fueron entonces las andanzas acompañando a su padre, que tocaba cuatro en la Mavare, que más que distracción, fueron lecciones aprovechadas al máximo por el despierto jovencito ya amante de la música. En diciembre de 1925, se efectuó una velada en el Teatro Juares, para conmemorar los 25 años de la Orquesta Mavare y el periodista y poeta Juan Guillermo Mendoza, escribió unos versos titulados “Charla Musical” recitados por la jovencita Lola Vásquez Petit, quien luego se convertiría en la Lola Vásquez de Suarez la primera mujer en llegar al solio edilicio en Barquisimeto, pues bien en esos versos se menciona al padre de Rafael Miguel al expresar:
“…Unos jovencitos
– yo no miento –
hacen un acompañamiento
exquisito.
Rafael López, Miguel López
ah! y Eusebio López.
Les he visto la intuición
con que tocan en el Teatro,
tres López son
y tocan cuatro; …”
Este eran el ambiente y fisonomía de la ciudad en la que nación y creció Rafael Miguel López, cuyo palpitar musical siempre estuvo aleteando de manera incansable dentro de él hasta el momento culminante de su vida. Ingresó a la Orquesta Mavare en 1928 aproximadamente por insistencia de su primo Virgilio Valera y allí junto al primo hicieron excelente llave como violinistas ambos. De esa época ya mostraba su talento como compositor al escribir su afamada pieza “Ensoñación”:
“…En la quietud de aquella noche azul / sentí el palpitar de tu corazón / bajo la luz de las estrellas ví / las negras pupilas con que miras tú / tu voz amorosa que me hablaba ansiosa de nuestro querer / yo escuchaba atento tiernos juramentos de un inmenso amor / junto a los sollozos, lagrimas queridas / besos ardorosos de amor…”
En 1930 funda su celebre Jazz Band Unión, que vino a revolucionar el ambiente artístico-cultural de aquellos días, imponiendo el charlestón y el Fox Trox, cuyo debut fue el marte de carnaval de aquel año, donde debutó como cantante, Juan Ramón Barrios, cuando éste aun no era médico veterinario, contándose entre los músicos de la agrupación su compañero del Colegio La Salle, Virgilio Soteldo Daza en el piano, los hermanos Ramos Barrios; Antonio en el chello y Manuel en el clarinete y saxofón, Julio Pérez en el trombón, Ramón Díaz en la trompeta, Félix Álvarez en el contrabajo, José María Colmenárez en el cuatro, Rafael María Hernández también trombón y German Suárez en la batería.
Con el Jazz Band Unión y su moderno repertorio conquistó al público de ese entonces, siendo tan grande el furor despertado por el conjunto musical, que el cura de la Inmaculada Concepción colocó un letrero en el confesionario de la iglesia que decía: “…a la que haya bailado Fox – Trox, no le doy la absolución…” Con esta agrupación llega a Puerto Cabello en 1933 contratado para un baile y allí unos oficiales del gomecesimo les gustó el conjunto y los invitaron a las ferias y fiestas de Maracay, muy afamadas y concurridas, por ser aquella ciudad el epicentro del país al ser el sitio escogido por el General Juan Vicente Gómez para mandar al país desde la misma.
En Maracay permanecerá hasta 1935 cuando muere el dictador, sin embargo mientras trabajó en la capital del estado Aragua, se halló así mismo deficiente al realizar las instrumentaciones y no lograr en el pentagrama los efectos musicales que tenía en su mente y que deseaba plasmar para que los músicos los interpretasen. Debido a ello, comienza a viajar dos veces por semana a Caracas para formarse con cursos libres de composición y armonía junto al maestro Juan Bautista Plaza.
De retorno a Barquisimeto, ingresa a las filas de la Banda del Estado Lara, bajo la dirección del maestro Antonio Carrillo, con quien estrechará lazos de amistad tanto en lo musical como en la confraternidad. Allí permanecerá largo rato, cuyo trabajo será complementario al de funcionario de los Tribunales, siendo una especia de alguacil y la fabulosa noche del 20 de enero de 1938, participa activamente en la inauguración de Radio Barquisimeto, más aún desde los instantes previos, ya que fue quien compuso la marcha que desde 1938 identificó a la emisora radioeléctrica hasta que cerró sus transmisiones. En Radio Barquisimeto actúa en ese programa inaugural, con un trío conformado por él, Felipe Muset Bernal y Rafael María Ponte, que interpretó dos números; el primero la pieza “Berceuce”, una canción de cuna de Yijinsky y el segundo, el vals clásico “Bésame otra vez” y Rafael Miguel con un solo de violín en el número siete de la programación de aquella memorable noche, con la pieza “Souvenir”.
Comenzaba entonces una nueva etapa en la vida de Rafael Miguel López Valera, como lo es la radio, la cual se convirtió en un torbellino de experiencias enriquecedoras. Amílcar y Rafael Ángel Segura le dan una hora para un programa, que denominó “Publicidad Radio Comercial L.V.”, este espacio duró doce años en el aire y para el momento en que cesó contaba con cinco horas de transmisión en vivo con su orquesta.
Así en 1939 finalmente abre sus puertas la Escuela de Música del Estado, según Fulgencio Orellana (1977) en la mediación de la acera Sur de la actual Avenida 20 entre las calles 23 y 24, en un inmueble que fuese propiedad de la familia Arrivillaga. El primer Director de la Escuela de Música fue Rafael Soteldo (Tenor), uno de los primeros egresados de la Escuela de Música de Caracas. Rafael Miguel López Valera se encuentra entre la planta de profesores, impartiendo la “Cátedra Elemental del Violín” y con gran acierto, como lo resaltó Casta J. Riera en su revista “Alas” de mayo de 1943. Allí su compañero de cátedra fue David Fernández, oriundo de Paramaribo, propietario del “Garaje España” que estaba en la esquina sur-este de la carrera 21 con la calle 22. En nuestra entrevista con Mario Armando Cordero éste nos hizo mucho hincapié en la destreza pedagógica que tenía Rafael Miguel López, quien enseñó violín, bandolín y bajo. Sus discípulos eran formados a tal grado por él, que integraban una orquesta preparada por Rafael Miguel para cada fin de curso, como lo ratifica Rafael Domingo Silva Uzcátegui (1941) en la Enciclopedia Larense: “…en uno de los conciertos que esta dio, estuvo un número a cargo de los discípulos de aquel, dirigido por él mismo (el autor se refiere a Rafael Miguel López). Era el vals “Noche Campestre”, del Dr. Simón Wohnsiedler. Llamóme la atención la magnífica instrumentación que el señor López dio a la magistral composición, de tal manera que hizo resaltar las bellezas de esta…” En la Escuela de Música del Estado daban clases igualmente Napoleón Lucena, quien además era Sub-Director, Víctor Oliveros, Blanca Estrella de Crespo con la cátedra de piano elemental, quien posteriormente fuera de Méscoli y Prudencio Baquedano que venía de la Habana, como músico de la agrupación llamada “Opera Bracale”, en homenaje al ilustre “Adolfo Bracale”, quien había llegado por vez primera a Venezuela en 1917 con un buen elenco de ópera.
De los estudios de Radio Barquisimeto emergió su orquesta de baile, recordaba siempre que, tenía un repertorio moderno, con versiones que hacía a los arreglos de Xavier Cugat, no por ser amigo de Cugat precisamente, sino porque se pegaba a la radio que había en su casa y escuchaba con mucho detenimiento, cuando presentaban esa orquesta maravillosa, que interpretaba rumbas, pasodobles, boleros, sambas y en la evocación, rememoraba: “…La gente estaba asombrada con la orquesta. Recuerdo que me pedían mucho “Guararé” y “Tico-Tico”…”
Había ingresado al Concejo Municipal en 1945, cuando el Dr. Felice Cardot fue nombrado Presidente del Ayuntamiento iribarrense y lo trasladó junto con él de los tribunales a la municipalidad, donde pasa por todos los cargos dentro del departamento, que tenía que ver con los recursos económicos de la municipalidad, hasta que fue nombrado años más tarde Tesorero Municipal. Era muy difícil vivir enteramente de la música, por eso siempre mantuvo su actuación laboral como funcionario público y el arte musical paralelamente. Ese mismo año de 1945, comparte escenario con la mejor orquesta de baile de Venezuela, la de Luis Alfonzo Larrain, en la memorable celebración de los 400 años de la fundación de El Tocuyo. Reseña una nota de prensa, cuyo recorte (s/f), que nos obsequiara el Doctor Enrique Rodríguez Jiménez correspondiente a la época y al referido baile dice: “…no es por regionalismo, pero los criollos de Rafael Miguel López le robaron el show a Luis Alfonzo Larrain…”
El 14 de enero de 1950 Antonio Carrillo se acercó a la casa de Rafael Miguel López y le pregunta que si le permite darle una serenata a la Divina Pastora, a lo que el sorprendido anfitrión le contesta: “no faltaba más”. Desde ese día se instituyó la acostumbrada velada musical de los 14 de enero en la calle 10 entre la actual Avenida 20 y carrera 19, prolongándose así una tradición implantada por Antonio Carrillo y que se mantuvo por largos años.
En 1961 elimina la orquesta de baile y se queda con un conjunto bailable al que denominó “El Quinteto Azul” con su cantante estelar Rafa Pérez. Igualmente en 1966 se encuentra entre la fila de los primeros violines cuando se fundó la Orquesta de Cámara de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y por esos años también, crea el Quinteto de Cuerdas de Rafael Miguel López, para difundir la música típica venezolana y con especial énfasis la larense, reviviendo viejos compositores y melodías que comenzaban a olvidarse y otras ya en el olvido.
Finalmente en 1972, se materializa el anhelo de toda una vida, para lo cual puso en movimiento los engranajes de toda su experiencia como interprete, como arreglista y como compositor, amalgamando todo el sin fin de géneros musicales en los cuales había incursionado, de los cuales había estudiado con una esforzada y sistemática disciplina, se trataba de la inauguración de la Orquesta Típica Municipal de Barquisimeto, que tuvo lugar la inolvidable noche del 15 de mayo de 1972.
Para esta organización dedicó todos sus desvelos, sus preocupaciones, sus incesantes estudios, con una vocación deservicio al engrandecimiento de la cultura colectiva como poco y la cual se convirtió en pasión, la misma que motorizó su ser a trabajar con encomiable denuedo en la investigación, catalogación, restauración, instrumentación y difusión de la música típica venezolana, para lo cual a lo largo de los 210 años que permaneció al frente de esta obra suya, realizó 217 arreglos, que en una concienzuda selección de 80 autores patrios, logro resumir la geografía nacional en materia de música típica, lo que se concentro en 2612 partituras adquiridas por la municipalidad Iribarren al poco tiempo de retirarse jubilado el maestro y que han desaparecido en más del 50% su totalidad, perpetrándose un daño patrimonio grave, que viene a lesionar la identidad sonora del estado Lara y más al estar tipificado en el artículo No. 8 del Reglamento de la Orqueste Típica Municipal de Barquisimeto, en la actualidad de Iribarren, aún vigente publicado en la Gaceta Municipal Extraordinaria No. 1344 de fecha 27 de enero de 1999:
“…Todo el repertorio de la Orquesta será considerado Patrimonio Musical Documental de la Alcaldía del Municipio Iribarren…”
Por los atributos artísticos, estéticos, históricos, antropológicos y sociológicos de este repertorio, cuando se levantó el Registro General del Patrimonio Cultural Venezolano entre el 2004 al 2005, el mismo fue incluido, es decir, fue declarado “Bien de interés cultural”, en otra palabras, ese repertorio contentivo de 217 orquestaciones de música típica venezolana fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación y sin embargo de manera irresponsable fue desincorporado de la orquesta perdiéndose, “presuntamente” por la negligencia de archivarlo inadecuadamente, lesionándose así el derecho de las generaciones presentes y futuras de accesar a este patrimonio y su estudio, además anular la puesta en usos social de dicho patrimonio sonoro, tal cual como lo demanda la Ley Orgánica de la Cultura.
Finalmente, el maestro Rafael Miguel López en la quietud de su casa y entre sus seres queridos, cerró sus ojos definitivamente el 28 de febrero de 2002, a los 94 años de edad, ya que en diciembre de ese año hubiese arribado a los 95. Ha dejado una estela de variadas y hermosas composiciones, pero su labor más importante la haber obrado en favor de nuestro patrimonio sonoro, prácticamente se perdió al haber desaparecido en gran parte el trabajo de rescate e instrumentación que hizo de nuestra música típica y peor aun lo poco que presuntamente aun subsiste de ese repertorio duerme el sueño de los justos.
Hace 118 años nació el maestro Rafael Miguel López y al conmemorar el próximo 18 de diciembre tan refulgente efemérides para la Capital Musical de Venezuela, hoy lo hemos recordado en la justa dimensión de vida y obra, que nos traza derroteros y nos alienta a seguir en el quehacer de ciudadanos útiles, porque sabemos que in día Dios premia.
Barquisimeto, domingo 14 de diciembre de 2025.
Fuentes Consultadas:
Acta No. 22 Extraordinaria. Comisión Municipal Coordinadora de Actividades Musicales. Concejo Municipal del Distrito Iribarren (1972) Acta Constitutiva de la Orquesta Típica Municipal. Febrero 08, 1972. Barquisimeto. Venezuela.
Arends, J. (1976) JUNTAS DIRECTIVAS DEL CONCEJO MUNICIPAL DEL DISTRITO IRIBARREN, DURANTE LOS ULTIMOS 100 AÑOS. Una publicación del Concejo Municipal impresa en la Editorial “Cuyuní”. Barquisimeto. Estado Lara
Azparren, R. (1968) LA ORQUESTA MAVARE, EN LA HISTORIA MUSICAL LARENSE. Publicación de la Dirección de Educación y Cultura Popular. Tipografía Nieves. 1968 Barquisimeto. Estado Lara
Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano. (2005) Instituto del Patrimonio Cultural. Tomo LA 03. Región Centroccidental. Estado Lara. Municipio Iribarren.
Estrella de Méscoli, B (1986) RECUERDOS. Publicidad Gráfica León S.R.L.
Ley Orgánica de la Cultura (2014). Gaceta Oficial Extraordinario No. 6.154. Noviembre 28, 2014. Caracas.
Ley de Protección y Defensa del Patrimonio Cultural (1993) Gaceta Oficial Extraordinario No. 4.623. Septiembre 3, 1993. Caracas.
Orellana, F. (1977) VIVENCIA, TRADICION, NARRACION. Tipografía Orellana. Barquisimeto.
Reglamento Interno de la Orquesta Típica Municipal (1990) Gaceta Municipal Extraordinaria No, 1344. Enero 27, 1999. Barquisimeto.
Silva Uzcátegui, R. (1941) ENCICLOPEDIA LARENSE. Tomo II. Impresos Unidos. Caracas. Venezuela.
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