En medio de un amplio debate sobre el rol de las tareas en el desarrollo infantil, el Ministerio de Educación (MPPE) avanza en la puesta en marcha de una normativa que reorganiza la cantidad y el tipo de asignaciones que los estudiantes deberán realizar en casa, con el propósito de reducir la presión académica y preservar espacios de descanso y convivencia.
En ese sentido, la psicóloga clínica Nohelia Peñaloza, integrante del equipo de Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap), explicó que la regulación tiene como principal objetivo evitar la saturación de actividades escolares fuera del aula.
Según detalló, la nueva orientación busca “cuidar ese espacio que estos niños tienen en sus hogares y no dedicar demasiado tiempo a actividades que se inician en el colegio, brindar más lugar para otras actividades como el juego, la recreación, incluso compartir en familia”.
Peñaloza advirtió que la sobrecarga académica no solo afecta a los estudiantes, sino también a los padres y cuidadores, quienes suelen asumir la responsabilidad de supervisar las tareas. Esto puede generar tensión, frustración y un ambiente poco favorable para el aprendizaje.
“Una serie de limitaciones y frustraciones, no sólo en el niño que tiene que hacer tareas, sino en esos papás o cuidadores a quienes corresponde guiarlo”, señaló.
En entrevista para Unión Radio, la especialista enfatizó que asignar más de dos actividades para realizar en casa podría interpretarse como una carga excesiva. Explicó que “podrían ser más de tres actividades y que las mismas conlleven un esfuerzo cognitivo, es decir, de todas sus funciones de pensamiento y razonamiento, que ocupen más de 45 minutos, que es usualmente un aproximado de atención que puede tener un niño”.
Añadió que incluso actividades consideradas simples pueden convertirse en una exigencia demasiado prolongada: “Ya es una sobrecarga hacer que este niño o niña tenga que estar sentado en una mesa o escritorio por más de media hora o 45 minutos, ejecutando cualquier actividad, incluso colorear”.
Al abordar los casos de maltrato que pueden surgir durante la realización de tareas, la psicóloga señaló que Cecodap diferencia claramente entre correcciones y agresiones. Recordó que la organización ofrece talleres de crianza positiva y respetuosa, orientados a brindar herramientas que permitan disciplinar sin recurrir a la violencia.
“Porque ese no es el objetivo directamente de este estilo de crianza, sino hacer uso de nuevos recursos que no impliquen un contacto físico e incluso un maltrato psicológico, es decir, hacer uso de frases que pueden llegar a ser peyorativas y que pueden generar mucho más dolor que un golpe físico”, afirmó.