Cada vez son más visibles los casos de maltrato animal en Lara y otros estados de Venezuela, esto ha llevado a preguntarse la razón que se esconde detrás de tan atroces hechos y el ¿por qué lo hacen?, para el psicólogo Luis Oropeza, la respuesta está comprendida en tres tipos de sujetos, los psicópatas, sociópatas y el más reducido, los ignorantes.
Durante los últimos meses una gran cantidad de casos de este tipo se ha viralizado a través de las redes sociales, en su mayoría, se observa a personas maltratando, de alguna u otra manera a los animales, siendo perros y gatos las principales víctimas, pero un vídeo parece superar al otro, cuando de violencia se trata, aunque a su vez esto ha presionado a los organismos con competencia para que actúen en contra de los victimarios.
Pero, organizaciones dedicadas al cuidado de los animales, veterinarios y hasta dueños de mascotas, han denunciado en reiteradas ocasiones que estos actos son grabados con la finalidad de recibir sumas de dinero, no precisadas, provenientes del extranjero. Siendo las redes sociales, plataformas digitales y hasta en la conocida ‘deep web’, los principales sitios donde existe todo un mercado de este contenido.
El especialista en salud mental, dice a El Informador Venezuela que sin importar si el victimario tiene fines económicos, gustos o simple curiosidad, toda persona que sea capaz de cometer alguna crueldad en contra de los animales es considerada, como un psicópata, sociópata o una persona que desconoce o ignoran las consecuencias legales que estos actos puedan generar.
Esto se debe a las desviaciones de conducta que pueda presentar un ser humano para atentar, sin importarle la vida, contra un canino o felino, pero también para oponerse a la moralidad, las buenas costumbres, los valores y la crianza saludable.
Oropeza menciona que entre cada uno de dichos términos empleados en la psicología, existen delgadas líneas que diferencian a uno del otro, y que a su vez permite identificar cual es más peligroso, pero aclara que se asemejan en las alteraciones del sistema de creencias, afectividad y de comportamientos. Los definió como:
- Psicópata: Es un trastorno de personalidad heredado, se comienza a evidenciar en la niñez, son personas frías y calculadoras, carecen de empatía y remordimiento, muestran indiferencia por el dolor de otros. Son capaces de engañar, mentir, se ven involucrados en problemas de todo tipo y viven al margen de la ley.
- Sociópata: Son personas que desarrollan las mismas características que el psicópata, pero durante su interacción con la sociedad, se destacan por ser menos calculadores y por configurar su trastorno a lo largo de la vida.
- Mientras que el ignorante: Son casos donde no hay trastorno, pero de igual manera actúan en contra de los animales, bien sea por desconocimiento, ignorancia o tendencia, esta última se refiere cuando el sujeto busca la aprobación social, pero también porque no les importa las consecuencias legales.
El psicólogo explica que esta última categoría aclara que no todas las personas tienen algún trastorno de personalidad, y a su vez permite identificar que la curiosidad de los seres humanos los guía hasta este tipo de contenido, que en muchas ocasiones son difundidos por grupos de WhatsApp y redes sociales sin limitaciones, pero no descartó la posibilidad de la compra y venta de dichos vídeos, que a su parecer, simplemente responde a la demanda y oferta.
La crianza es la clave en la sociopatía
Ante la posible influencia de las redes sociales para agravar e incrementar los casos de sociopatía, Oropeza cuenta que esta conducta es producto de la crianza en el sistema familiar, por lo que aquellas personas que se desarrollan en un núcleo donde los valores no son importantes, no solo es probable que la persona se una a dicha tendencia, sino que comience a seguirlas.
Pero si por el contrario, la persona se cría en un sistema donde se promueven los valores, la no agresión hacia los seres vivos, por más que normalicen dichos actos como parte de las tendencias, la persona los va a rechazar, dice el psicólogo.
Por lo que aclara que la visibilización del maltrato animal conlleva directamente a la justicia o la impunidad, “sino se administra la justicia, la gente de manera progresiva va a verlo como una sociedad enferma y optaran por ser sujetos pasivos, por lo que no harán nada”.
Mientras que en la psicopatía la situación es un poco más compleja, debido a que es un trastorno hereditario que se desarrolla naturalmente en el ser humano que la padece, y aun cuando su crianza se produzca en un núcleo donde existan las buenas costumbres y valores, estos desarrollaran las características propias de un psicópata, sentencia.
¿Sociópata? ¿Qué hacer?
El especialista indica que en el caso de la sociopatía, estos pacientes suelen ser más resistentes a los cambios, y estos casos solo se visibilizan cuando la persona incurre en un delito, por lo que es común que estas personas acudan a consulta con un psicólogo, por presión.
Dice que la mayoría de personas que padecen de dicho trastorno están integradas en la sociedad, por lo que voluntariamente no buscan ayuda, sino hasta tener la influencia de su pareja, por orden de un juez o por abuso de sustancias psicotrópicas o estupefacientes.
Subraya que según estudios, la tasa de recuperación en estos sujetos es del 10 a 12 %, por lo que su recuperación es escasamente baja, aunque señala que esto no debe ser una razón para desanimarse, por lo que afirma que con terapia y medicación puede tratarse dicho trastorno.
Naikarys Cordero
